Un aspecto sobre el que se requiere crear conciencia colectiva es el referente a la competencia constitucional del Estado sobre el deporte como un derecho fundamental de todos y garante del fomento, protección, subvención y fiscalización en sus diversas modalidades.

La nueva Carta Sustantiva proclamada el 26 de enero del año 2010, a la vez que otorga al deporte doméstico rango constitucional, en su artículo 65, numeral 1, expresa que “el Estado asume el deporte y la recreación como política pública de ducación y salud,” y en el numeral 2 del mismo artículo dice que “la Ley dispondrá los recursos e incentivos para la promoción del deporte para odos y todas, la atención integral de los deportistas, el apoyo al deporte de alta competencia, a los programas y actividades deportivas en el país y el exterior.” En tal virtud, el Estado dominicano a través del Ministerio de Deportes, órgano del Poder Ejecutivo, con autonomía administrativa dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, tiene la potestad irrenunciable de formular y ejecutar las políticas públicas, en base a su prerrogativa institucional, y bajo los lineamientos de la Ley 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo (END) y del Plan Nacional Plurianual del Sector Público (PNPSP).

Sólo la cartera deportiva tiene plena potestad y responsabilidad de administrar y distribuir los fondos públicos entre las distintas dimensiones o vertientes de manera equilibrada, con criterio de racionalidad y prioridad. Por ello llama la atención nueva vez el surgimiento de un diferendo por asuntos de recursos económicos entre la dirigencia olímpica y el Ministerio de Deportes a través de los medios de comunicación, lo cual parece indicar que el COD ha tomado un camino que no se aviene con su misión de ser un colaborador esencial de las políticas deportivas públicas.

Para hablar de los avances de la alta competencia se debe entender que no es un mérito exclusivo del sector federado, ya que sin el consistente respaldo financiero, ogístico y técnico de la administración pública no sería posible la concreción de ales objetivos. Pese a las restricciones presupuestarias del Gobierno central, el Ministerio ha realizado en algo más de un año de gestión una impresionante multiplicidad de actividades. Se rescataron y remozaron los principales complejos deportivos, y se mejoraron las condiciones alimentarias de los atletas de alto rendimiento. También hay que destacar el programade capacitación donde más de 900 técnicos de las distintas disciplinas recibieron diplomas para mejorar el déficit en el sector, así como el programa deportivo en la zona fronteriza, una mayor integración de las mujeres, numerosos convivios en edad escolar y actividades con atletas especiales.

El Ministerio de Deportes ha garantizado a la dirigencia olímpica el total respaldo para todos sus compromisos del ciclo, lo cual no debe albergar dudas ni reticencias, pues el Estado sigue siendo elauténtico motor del avance deportivo, contando con la colaboración de la organización deportiva no gubernamental.