El día 13 del presente mes, el Papa Francisco informó que el Estado Vaticano reconocía formalmente al Estado Palestino, uniéndose a 136 países que han reconocido, no respaldado oficialmente la fundación del Estado Palestino, con las excepciones de Suecia y República Dominicana que lo hicieron formalmente. Los restantes son de aguajes, fachadas, demagogia.

El Estado Palestino fue proclamado en el exilio en Argel por el desaparecido rais Yasser Arafat el 15-11-1988, el palestino más famoso y aguerrido por fundar un hogar nacional, con los mismos derechos que sus medio hermanos los hebreos, y conformar una cosmovisión con el apoyo de la comunicad internacional para una convivencia definitiva.

En que el expediente odioso, vituperable, estéril y sangriento de la guerra, quede, como la novela de Jan Valtin, atrás.

Para que otro León Uris edite una tercera Biblia referente a en esta ocasión, a la convivencia entre árabes y judíos, conforme a las obras magistrales Exodo del referido brillante escritor judío; OH, Jerusalén, por Dominique Lapierrre y Larry Collins, Los israelíes por Harry Golden, o Mi lucha por la paz de Simón Peres, el insigne estadista hebreo impulsor de la paz entre sus medio hermanos, como lo fueron Aba Evan y el mártir Yithzak Shamir.

El 29-12-1994, las Naciones Unidas aprobaron la resolución 67-12 que concede a la Autoridad Nacional Palestina, crisálida del Estado Palestino, la calidad de observador.

En el Consejo de Seguridad de la ONU integrado por China, Rusia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, los cinco “grandes” que conducen como les da la gana el destino de la humanidad, solo Estados Unidos se opone reiteradamente al reconocimiento del Estado Palestino, y que ahora, antes de cumplir su segundo y último mandato, el presidente Barack Obama podría decidir.