El estado pierde $1,200 millones
por aplicar ley de incentivo turístico

El estado pierde $1,200 millones <BR>por aplicar ley de incentivo turístico

POR SOILA PANIAGUA
Como resultado de la aplicación de la Ley 158-01 sobre incentivos turísticos, el Estado ha perdido ingresos por RD$1,200 millones en los últimos tres años. Félix Jiménez, secretario de Turismo, lo dijo ayer al participar en el encuentro económico extraordinario del periódico HOY, donde defendió la iniciativa del gobierno de aumentar en US$5.00 la tasa que pagan los turistas que visitan el país.

Explicó que no hay razón para que el sector privado se oponga al aumento de esa tasa, porque los recursos generados serían utilizados para mejorar la infraestructura turística, con lo cual se daría mayor valor agregado al producto turístico y se mejoraría la competitividad del sector.

En cuanto a la ley 158-01, el funcionario dijo que fue distorsionada, ya que su propósito era apoyar el desarrollo turístico en los polos deprimidos.

«Cuando los hoteleros hablan de cantidad de impuestos que el Estado recauda, también hay que ver la cantidad de impuestos que el Estado deja de recaudar. Esto es un camino de doble vía», sostuvo.

Añadió que hay hoteleros que le han referido que en lugar de los US$5 se elimine la Ley 158, que establece la exoneración del ITBIS, del Impuesto sobre la Renta y de todos los impuestos que se aplican en el país.

Esa ley se aprobó en el año 2001, fecha a partir de la cual el Estado ha perdido, por concepto de exoneración al sector privado, cerca de RD$1,200 millones, dijo.

Refirió que esa legislación se originó en el primer gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, 1996-2000, con el objetivo de beneficiar los polos turísticos menos desarrollados y la oferta complementaria en todo el país.

«Yo sigo creyendo que todo lo que tiene que ver con aeropuertos, marinas, campo de golf centros de espectáculos, debe ser incentivado donde sea, porque en el país hay que propiciar una oferta complementaria que el turista que nos visita salga de los hoteles», sostuvo.

No obstante, opinó que se debe discutirse si fue justo o adecuado que el Congreso Nacional modificara los objetivos iniciales de ese proyecto de ley, con el fin de beneficiar zonas que no necesitan de ningún genero de estímulos para que se implanten nuevos hoteles.

«Hay inmobiliarias que tienen demasiado beneficios, porque mientras en Santo Domingo hay un sector construcción deprimido, en las zonas turísticas hay un crecimiento constante. Entonces, ¿Por qué hay que estimular que el sector privado construya un edificio y que lo venda como apartahotel y bajo el disfraz de un apartahotel el Estado deja de percibir millones de pesos?», se preguntó.

Dijo que la ley 158 no ha tenido ningún impacto en los polos turísticos deprimidos, porque fue desvirtuada, entre estas Montecristi, Miches, Barahona, Pedernales, Azua y Baní.

«En sentido general, yo quiero decirles que hay proyectos cuya complejidad requieren ciertos sacrificios del Estado, el cual también debe propiciar el desarrollo de megaproyectos turísticos privados», dijo Jiménez.

Cuestionó que el empresariado, cuando habla de mejorar la competitividad, lo que quiere es que le quiten impuestos, visión que no comparte, porque en su opinión la competitividad hay que buscarla mejorando la calidad del producto o servicio que se oferta.

«La calidad es lo que obliga a mejorar las infraestructuras y que obligará a los hoteles a mejorar sus propias instalaciones. Aquí hay hoteles que definitivamente tienen que ser renovados, que son añejos, que no han invertido lo que han ganado en los últimos años en mejorar sus instalaciones», sostuvo.

Negó, en otro orden, que en la Secretaría de Turismo haya una nómina que sobrepase los límites, ya que cuando llegó a esa cartera encontró 5.76 empleados que ahora tiene, lo que indica que para una labor que podía realizar una sola persona, se nombraba a cinco.

«Inclusive, había 512 policías civiles, que no hacían ningún trabajo», agregó Jiménez.

«Había una nómina supernumeraria, pero yo nunca oí a Asonahores protestar en el gobierno de Hipólito Mejía. No tengo ninguna palabra del sector hotelero diciendo al secretario de Turismo de ese entonces, lo mal que estaba, que se hacia un uso inadecuado de los recursos», puntualizó.

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