El euro: en el vórtice del volcán

El euro: en el vórtice del volcán

El euro entró a la fase más peligrosa de la crisis de la deuda. Esta se inició después de la crisis financiera mundial de 2008 y 2009, caracterizada por mutaciones sucesivas. Desde el principio, el liderazgo europeo ha tomado acciones paliativas, que no logran una solución definitiva, aumentando exponencialmente la incertidumbre y las acciones especulativas del mercado.

Era evidente, de inicio, que el Fondo de Estabilidad de 444 mil millones de euros resultaría insuficiente para enfrentar la magnitud de la deuda y la falta de liquidez de los países europeos que, debido a la íntima relación interbancaria en Europa, podría causar una reacción en cadena.

Se ha tenido que rescatar la economía portuguesa, irlandesa y griega que, en conjunto, equivalen al 8% del PIB europeo.

El BCE, en una medida disuasiva, compró, hasta hace tres semanas, 96,000 millones de euros en el mercado secundario a los países rescatados. Comparemos esta cifra con los 1,400 millones  de dólares emitidos por la Reserva Federal Norteamericana para enfrentar su crisis financiera.

La continuación de la crisis griega provocó una reunión al más alto nivel, celebrada el 21 de julio de 2011, en la que se planteó la posibilidad de un nuevo rescate que le permitiera al Fondo de Estabilización, sujeto a aprobación universal de los miembros, no antes de septiembre, comprar bonos de países no rescatados. La timidez de esa medida, y especialmente la renuencia continuada de Alemania, el país motor de la Euro Zona, provocó que los mercados fueran tras los bonos de Italia y España,  que representan el 27% del PIB de la zona; y sus deudas, en conjunto,  2.2 billones de euros.

Esta propuesta provocó que la prima de riesgo en España e Italia – diferencia en interés con los bonos a 10 años de Alemania – aumentara en cinco semanas de un récord de 400 puntos a 250, todavía muy alta. La compra inusual,  y transitoria, de los bonos italianos y españoles evitó, temporalmente, el colapso de los bonos de los países de la Eurozona. Pero no ha mejorado el acceso a la liquidez, fundamental para cualquier crecimiento económico, sea a través del mercado intercambiario o de emisiones de bonos de los bancos. El efecto de esta situación en el mercado accionario de los bancos europeos ha sido dramático, más de un 50%, en los últimos ocho meses y 20% en las últimas seis semanas. Esto se manifiesta en lo siguiente: el capital accionario de Apple es igual al conjunto de los 32 bancos más grandes de Europa.

El margen de maniobra actual es cada vez menor. Pero la crisis puede enfrentarse con éxito tomando medidas contundentes e inmediatas. A nuestro juicio, hay dos salidas efectivas:

1. Triplicar el Fondo de Estabilización con aportes proporcionales a la economía de los países de la zona.

2. Crear los bonos euros con la garantía de los países emisores, esto requiere de un proceso estricto de reformas implementadas simultáneamente, y constituiría un paso importante hacia la integración fiscal.

Angela Merkel y Nicolás Sarkosy, en la mini cumbre celebrada el 16 de agosto de 2011, rechazaron esas medidas y favorecieron un proceso que condujera a la creación de un gobierno económico, compuesto por todos los jefes de Estado procurando un periodo de tiempo que permitiera una mayor integración económica con reglas estrictas para cada país miembro.

Este nuevo acto, en que se manifiesta una falta masiva de liderazgo, se planteó una nueva propuesta, tardía, vaga, insuficiente y carente de posibilidad para resolver a corto y mediano plazo la crisis del euro de cuya solución depende, actualmente, la estabilidad del sistema financiero mundial. De ocurrir la desintegración de la Zona Euro, podríamos estar ante la primera crisis económica sistémica de carácter mundial en muchas décadas. Esta percepción se manifiesta en la extraordinaria aprensión que existe en los mercados del mundo, reflejado por dos parámetros básicos que, históricamente, expresan la dimensión del temor de la economía global:

1. Los bonos del Tesoro norteamericano están a los niveles más bajos de la historia, 0.89 del 1% a cinco años.

2. El oro al nivel más alto de la historia, US$1,800 la onza.

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