LONDRES. AFP. El vice primer ministro norirlandés Martin McGuiness, antiguo dirigente del IRA y exenemigo público número 1, participará el martes en una cena de Estado en el castillo de Windsor con la reina Isabel II, algo inimaginable hace unos años.
McGuinness, negociador durante el proceso de paz en Irlanda del Norte, participará en la cena organizada para la visita de Estado del presidente irlandés, Michael Higgins, la primera de un jefe de Estado de la república de Irlanda en Gran Bretaña.
La reina visitó en 2011 Irlanda y se convirtió en la primera soberana británica en hacerlo desde la independencia del país en 1922.
La visita de Higgins, que se inicia el martes, supondrá un nuevo avance simbólico en las relaciones entre los dos estados. Higgins ya ha viajado varias veces a Gran Bretaña desde que asumió sus funciones en 2011, pero nunca en el marco de una visita de Estado.
La invitación de McGuinness al banquete real es sin duda todavía más espectacular. Este católico de 63 años, durante un tiempo considerado el «enemigo más peligroso de la Corona» por la prensa británica, se había negado a ocupar su escaño en el Parlamento de Westminster, precisamente para no tener que prestar juramento de lealtad a la reina.
En la jefatura del IRA, luchó contra la dominación británica durante los 30 años de «disturbios» en Irlanda del Norte. Era uno de sus máximos responsable cuando la organización paramilitar mató en 1979 a Luis Mountbatten, el tío materno del príncipe Felipe y último virrey de la India británica.
Pero fue también uno de los principales artífices del proceso que llevó al movimiento clandestino a dejar las armas y uno de los principales negociadores del acuerdo de paz del Viernes Santo en 1998. Esto lo llevó a convertirse en vice primer ministro en Irlanda del Norte en un gobierno de unión con sus antiguos enemigos protestantes del Partido Unionista Demócrata.
La reina coincidió con McGuinness por primera vez durante una visita en un teatro de Belfast en junio de 2012. En aquella ocasión, se dieron la mano ante la cámaras.
El domingo, McGuinness rindió homenaje al «papel determinante» que la reina «desempeñó y sigue desempeñando en el proceso de reconciliación».