GUATEMALA. Javier Duarte llegó el lunes a México tras ser extraditado desde Guatemala.
Según informó la Procuraduría General de la República (PGR) de México, enfrentará diversos procesos penales en su contra por delitos presuntamente cometidos cuando se desempeñó como gobernador del estado de Veracruz.
Con la entrega de Duarte el lunes concluyeron tres meses en los que el exgobernador permaneció detenido en Guatemala e inició una pelea legal para tratar de permanecer en el país y librarse de la extradición, aunque finalmente la aceptó. Guatemala estaba lista para entregar a Duarte desde el pasado 4 de julio, cuando la justicia local aceptó la segunda orden de extradición, pero México solicitó que fuera entregado el lunes 17.
Un avión Cessna con matrícula XC-LNN y bandera mexicana de la llegó el domingo para el traslado. Duarte, encadenado de pies y manos y con chaleco antibalas, ingresó en la madrugada del lunes a las instalaciones de la Fuerza Aérea Guatemalteca, donde a las ocho de la mañana fue entregado a las autoridades mexicanas luego de un chequeo médico. A las ocho y media de la mañana abordó el avión escoltado por agentes de la PGR e Interpol y 45 minutos después despegó rumbo a México.
Su abogado, Carlos Velásquez, llegó a la Fuerza Aérea para presenciar la entrega del exgobernador. A su llegada dijo que Duarte será ingresado al reclusorio norte y que está de buen ánimo “pues espera solventar su situación”.
El exgobernador enfrentará a la justicia mexicana por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, peculado, tráfico de influencias y coalición.
Entre los cargos que México ha señalado están la malversación de 220 millones de pesos mexicanos durante 2015, adquisición de varios bienes inmuebles a través de testaferros y empresas de cartón provenientes de fondos públicos y uso personal de un helicóptero del Estado mexicano cuando ya no era funcionario público.
Duarte ha negado los cargos y ha dicho que las acusaciones son infundadas y que carecen de pruebas.
El 15 de abril, las autoridades concluyeron varios meses de investigación y seguimiento a Duarte, quien se había refugiado en Guatemala. En colaboración con la PGR mexicana, la Policía Nacional Civil de Guatemala y la Interpol dieron con el paradero del prófugo en un hotel ubicado en Panajachel, Sololá, uno de los sitios turísticos más importantes del país, donde se entregó voluntariamente.