Un día después de la Navidad de 1973, las salas de cine se llenaron de personas que tenían ataques de pánico, otros se fueron en estado de shock y algunos más vomitaron y se desmayaron durante el estreno de «El exorcista».
Basada en la novela de William Peter Blatty publicada unos años antes, la película de William Friedkin cambió para siempre el género del cine de terror, empujando los límites tradicionales del género de muchas maneras, incluido el uso de efectos de sonido innovadores e imágenes subliminales.
La historia de Reagan MacNeil (Linda Blair), una niña de 12 años que experimenta una posesión demoníaca y un violento exorcismo ordenado por el padre Damien Karras (Jason Miller), surgió durante una década de cambios culturales y sociales que dieron forma al cine en un momento en que el público encontraba simpatía por tramas más oscuras, personajes poco convencionales y antihéroes memorables.
El fin de la guerra de Vietnam, los movimientos contraculturales, la proliferación de drogas, la generalización de la industria del sexo y el escándalo Watergate marcaron la década de 1970 en Estados Unidos.
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Una década dorada en la que se estrenaron películas como «La naranja mecánica» (Stanley Kubrick), «Serpico» (Sidney Lumet), «El Padrino» (Francis Ford Coppola), «Taxi Driver» (Martin Scorsese) y «Star Wars» (George Lucas), entre otras, que se convirtieron en clásicos del cine imperdibles.
En este contexto, «El exorcista» transgredió la forma en que trató el terror, la religión y la infancia, y lo hizo en un contexto que parecía tan cotidiano y ordinario como las dificultades de una madre soltera (Ellen Burstyn) criando a su hija.
Las escenas explícitas de la niña angelical de rostro dulce transfigurada por la posesión demoníaca, la profanación de símbolos católicos y el uso de lenguaje soez y profano escandalizaron a los miembros de la Iglesia, que calificaron «la película de blasfema».
Al mismo tiempo, la película sacudió a la Academia de Hollywood, que la nominó a diez Premios de la Academia, de los cuales ganó dos, incluido el de Mejor Guión Adaptado.
Además, los supuestos eventos paranormales que ocurrieron durante el rodaje de la película, como un incendio en la decoración de la casa de Reagan y la muerte de miembros del equipo de filmación y personas cercanas a los protagonistas, alimentaron la leyenda de terror que rodea a la película hasta el día de hoy.
Como resultado, 50 años después de su estreno, «El exorcista» sigue encabezando las listas de las mejores películas de terror de la historia y es una de las películas imperdibles y una de las más memorables para varias generaciones.