El Faro a Colón y su entorno

El Faro a Colón y su entorno

El faro a Colón, obra monumental ideada en 1923, durante la celebración en Chile de la Quinta Conferencia Internacional Americana, cuando se decreta que ese monumento debía construirse en cooperación de todos los gobiernos y pueblos de América, fue de las obras más polémicas construida por ordenanza de Joaquín Balaguer; iniciada en 1986 y finalizada en 1992, con la finalidad de celebrar los 500 años del descubrimiento y evangelización de América o el encuentro de las culturas como se le ha llamado en muchos países de América, donde existe hasta hoy día más o menos la mitad de la población indígena que habitaba en sus territorios a la llegada de los españoles. 

A pesar de haber transcurrido dieciocho años de finalizada esta obra, si comparamos los costos beneficios que le ha producido al país, sin lugar a dudas considero que han sido más los costos que los beneficios que ha producido.  Sin embargo, la obra está construida y debemos sacarle provecho.

Si nos detenemos alrededor del faro, y observamos su entorno, nos damos cuenta que faltan construcciones de locales que sirvan para darle vida al monumento, como son: restaurantes, bares, discotecas, salas de teatro de mediana capacidad, escuelas de arte, pintura y escultura, cines, salones de conferencias, sanitarios públicos diseminados en varios puntos, parqueos e iluminación en todo su alrededor.

El faro y su entorno debe ser un lugar de reuniones de grupos sociales, sociedades científicas, esparcimiento, desarrollo del arte popular, en fin, darle vida a un espacio que en los actuales momentos es lúgubre e inseguro por la oscuridad durante las noches e inhóspito y desolado bajo los rayos solares en un país caribeño como el nuestro.

Otras funciones que podría ofrecer el faro y su entorno, es la de establecer ferias periódicas como las del libro, con el objetivo de evitar los entaponamientos que se produce cada año, en el caso de la feria del libro, en un área que si bien es cultural, también aloja al hospital de la maternidad más importante del país, y avenidas de tránsito rápido como la Máximo Gómez.

Además, el faro y su entorno se presta muy bien a los desfiles de carnaval; a las paradas militares y otras actividades populares, y dejar el Malecón para el esparcimiento habitual sin la alteración de cerrar las entradas y salidas de los hoteles, restaurantes y viviendas que cada día son más, como consecuencia de construcciones de edificios de múltiples pisos.

En la Era de Trujillo, todos los espectáculos como los descritos se desarrollaban en el Malecón porque era el único lugar que ofrecía la ciudad capital, sin embargo con la extensión de la misma y sin darnos cuenta, existen otros lugares para hacer de ellos estos festivales populares como la Plazoleta de la Bandera al oeste y el Faro a Colón al este. Es hora de cambiar nuestra mentalidad y distribuir estos actos en diversos puntos de la ciudad.

Considero que el Gobierno Central conjuntamente con el Gobierno de la zona oriental recién elegido, deben abocarse a un estudio detallado y minucioso del entorno del Faro a Colón, con el objetivo de mejorar sustancialmente el área y ofrecerle a la población de la capital, del país, y a los turistas, que cada vez nos visitan en mayor cantidad, un espacio digno de esparcimiento y recreación sana, y que ayude por otro lado, al desarrollo de la actividad cultural de la población, sobretodo de la parte oriental de la ciudad capital.

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