El FBI indaga causas incendio

El FBI indaga causas incendio

ASUNCION (AFP).- Ocho especialistas del FBI (Oficina Federal de Investigaciones de EEUU) inspeccionan en detalle las instalaciones del supermercado Ycuá Bolaños para cerciorarse de que el centro comercial no haya sido objeto de un atentado terrorista, informaron este miércoles fuentes policiales a la AFP.

Tres de los expertos efectuaron una observación preliminar el martes, en compañía de un colega colombiano y técnicos locales. Este miércoles se incorporaron a la pericia otros cinco expertos norteamericanos.

Todos ellos llegaron al lugar del siniestro en vehículos de la embajada estadounidense.

El fiscal Edgar Sánchez, uno de los encargados de la operación, dijo a la AFP que el trabajo del martes fue solo de observación y que recién durante esta jornada, con la presencia de los demás norteamericanos, comenzará formalmente la pericia.

Sin embargo, el ministro del Interior, Orlando Fiorotto, volvió a descartar el miércoles la hipótesis de atentado, en declaraciones a la AFP, reiterando la posición que las autoridades gubernamentales mantienen desde el día del siniestro.

Las sospechas en torno a la eventualidad de un ataque terrorista se debatió al principio, por el hallazgo de una camioneta 4×4 cuyas puertas estaban violentadas en el estacionamiento subterráneo.

Pero un portavoz de bomberos explico que hay vehículos que fueron forzados por ellos mismos para extraer cadáveres o salvar sobrevivientes.

Unos 15 vehículos del sitio de estacionamiento resultaron dañados e inutilizados por la fuerza del calor y del fuego que hizo explotar cubiertas y tanques de nafta.

Sin embargo, el jefe de Seguridad Pública del Gobierno, comisario Eustaquio Colman, aseguró que no existe ningún rastro de deflagraciones atribuibles a bombas en el estacionamiento.

La otra posibilidad expuesta por algunos medios de prensa es la de la colocación de bombas de plástico en el patio de comidas, donde estaba concentrada la mayor cantidad de personas cuando ocurrió la explosión, originada supuestamente en una chispa que afectó un escape de gas.

Esta hipótesis señala que la concentración en las chimeneas taponadas, de una combinación de gases concentrados -entre ellos nitrógeno- en el sector panadería o cocina, fue alcanzado por chispas, lo que produjo una verdadera onda expansiva de fuego que afectó rápidamente a todo el edificio.

Al menos 372 personas murieron en cuestión de 30 minutos, proceso acelerado por el cierre hermético de las bocas de evacuación, supuestamente ordenado por los propietarios para que nadie saliera sin pagar.

José Villamayor, un empleado de seguros que perdió a su esposa, dijo a la AFP que antes de caer desvanecido por el golpe que le produjo la caída de la mampostería junto a su hijo pequeño, lo único que atinó a ver «fueron bolas de fuego que invadieron el ambiente en cuestión de segundos».

 «El fuego vino en forma de tirabuzón, con olores intensos. Cuando corrí antes de caer, pisé sobre varios cuerpos que ya estaban inertes. Los bomberos me salvaron por mi hijo, porque sólo rescataban a los que daban signos de vida», afirmó desde su lecho en un sanatorio privado.

El fiscal general del Estado, Oscar Latorre, dijo hoy que «no hay indicios para afirmar que fue un atentado», pero que la precisión será establecida luego de la inspección de los especialistas.

En ese sentido, aclaró que la presencia de agentes del FBI en Asunción fue por una gestión llevada adelante por el Gobierno de Colombia, donde residen dichos expertos.

Juan Pío Paíva y su hijo Daniel, los propietarios del local siniestrado, fueron encarcelados la noche del martes en el penal Tacumbú de Asunción, imputados, junto a tres guardias privados del establecimiento, de «homicidio doloso» que castiga con penas de hasta 25 años.

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