El fenómeno Amable

El fenómeno Amable

FRANCISCO ANTONIO MÉNDEZ
El peculiar estilo de Amable Aristy Castro ha hecho correr mucha tinta. La forma de hacer política del cacique higüeyano contrasta con patrones históricamente establecidos. El desparpajo de su estilo clientelar ha escandalizado a la sociedad. No obstante, este candidato regional está aplicando, a nivel nacional, la estrategia política que le ha dado resultados electorales en la provincia altagraciana.

Impertérrito, a pesar de las desafecciones y deserciones, ‘prosigue su agitado rumbo’. Analistas plantean –  Espinal, Rosario, Castillo –  que se ha convertido en un dolor de cabeza para sus contendores. Principalmente, para el candidato del PRD, Miguel Vargas, quien, según las últimas encuestas de opinión, patina alrededor del porcentaje obtenido por el PRD en las elecciones del 2004, a pesar de tener más de un año en abierta campaña electoral.

De hecho, en la última encuesta presentada a la opinión pública, CLAVE- NOXA-CIES, Miguel Vargas aparece con un 30%, frente a un 17% de Amable y un 42% de Leonel Fernández. Por eso resulta sintomático que, para esos mismos días de octubre, don Hipólito Mejía saliera al ruedo con dos opiniones en relación a Amable; de las cuales, una tuvo repercusión; la otra no.

La que tuvo repercusión y desmentidos fue su expresión de que estaba haciendo los mayores esfuerzos para la re-edición de la alianza rosada entre Miguel Vargas y Amable. A esto respondió Amable, para librarse del abrazo de Hipólito, que estaría dispuesto a aceptar el apoyo del PRD. La que pasó desapercibida, pero que tiene trascendencia a los fines de las alianzas electorales, fue su mención a Víctor Gómez Casanova, en su participación en el Gobierno de la Mañana, de que: «no te preocupes Víctor que el 6-8% de Amable es muy bueno». Pero como en política no prima la casualidad, sino la causalidad, pudiéramos inferir que todo esto fue deliberado, y que algunas razones ocultas pudieran existir.

De todos modos, las gallinas, los cerditos, los salamis y los quinientones generan tumultos y trompones, codazos y hasta disparos, alrededor de una Hummer amarilla repleta de colorados. El clientelismo de los cacerolazos de Amable es de la más elemental especie. Como un político primitivo, caracterizaría el Dr. Balaguer a su aventajado ‘discípulo’. Asistencialismo sincero, argumentan sus estrategas. En todo caso, una ‘política de convencimiento’ que no tiene sostenibilidad en el tiempo. Una estrategia de convocatoria de masas depauperadas que genera  – fuera de la parafernalia y el circo –  más insatisfacciones que adherentes. Esto así, porque sólo una minoría de los convocados –  los más fuertes y atrevidos –  alcanza a recibir la dádiva desinteresada del amable candidato.

Sin embargo, debido a su importancia tiene sentido analizar si en los meses restantes este producto-candidato podría mantener una real preeminencia electoral. Llama la atención que, contra toda lógica, Amable sería el único candidato que crecería cuando se erosiona su base de sustentación. Cuando su partido se desgaja, Eduardo se va y se lleva sus seguidores. Renuncia la Secretaria de Organización, Sergia Elena. Su Coordinador de campaña, el ex-candidato Toral, le renuncia y se retira de las actividades proselitistas. Luego le sigue una estampida, coordinada por el Senador Félix Vásquez, de síndicos y regidores en Bonao. Lo mismo se repite en Las Terrenas y culmina con la renuncia del Directorio Municipal de Samaná. Y por último, el senador de Elías Piña se pronuncia abiertamente en contra de la campaña de su candidato. Nada de lo cual sugiere la tendencia que marcaría la referida medición

Sin embargo, lo realmente trascendente es que, en caso de ser acertada esta medición, Amable se convertirá en un blanco de los blancos, ya que le estaría erosionando la base opositora al PRD. Estarían comiendo del mismo pastel. Y, sólo entonces, entenderíamos el porqué de la salida al ruedo de don Hipólito.

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