Las organizaciones laborales de hoy viven un fenómeno interesante: el encuentro con un nuevo relevo generacional que viene a transformar significativamente su estructura y desenvolvimiento. Se trata de la “generación net”, también conocida como “generación Y” o “nativos digitales”, que abarca a jóvenes entre 20 y 29 años cuyo día a día se desarrolla y depende en gran parte de la tecnología, especialmente el uso de internet y las redes sociales, que si bien viven un boom a nivel mundial aún no son vistas como herramientas de trabajo efectivas en un gran número de instituciones.

Llegan a las instituciones a trabajar con un nuevo perfil: conectados todo el día a un dispositivo electrónico (teléfono “inteligente”, tableta, laptop..), sin que puedan concebir un día sin internet y con una actitud tan independiente y desenfadada que resulta imposible evitar el choque con la gente de generaciones precedentes las cuales, en su mayoría, aún se mantienen escépticas a insertarse o siquiera aceptar esta nueva visión del mundo.

Es lo que explica Patricia Monteferrante, maestra e investigadora del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), especialista en el tema que si bien en un principio fue sólo del interés de países como Estados Unidos y algunos europeos, comienza a despertar la atención a gran escala al convertirse en un fenómeno  global.

“La globalización hace que estos muchachos sean iguales en cualquier parte del mundo. El tema de las tecnologías de información, el boom de internet y las redes sociales hace que tengamos que atravesar los mismos fenómenos. Además representa un reto para las organizaciones porque siempre la convivencia de distintas cohortes demográficas en las organizaciones ha generado conflicto. Pero en este momento el conflicto es de naturaleza diferente porque también se relaciona con el uso de las tecnologías de la información, en un escenario donde las organizaciones prohíben el uso de montones de redes sociales porque creen que prohibiéndolas no las vamos a tener allí. Y las asociamos además con estos muchachos, aunque hay muchos estudios que demuestran que esa no es la manera de abordar el tema”, asegura Monteferrante.

 Y mientras las organizaciones se resisten, no queda otra alternativa: la generación net es la que está entrando al mercado laboral como relevo y tienen que afrontarlo. Paradójicamente mientras se prohíbe el uso de redes sociales en las organizaciones, los empleados siguen conectados a Twitter o Facebook a través de sus teléfonos inteligentes.

Según la especialista lo correcto sería normar el uso de estas redes y aprovechar las múltiples ventajas que estas ofrecen. “Tienes que desmitificar un poco el temor, ser proactivo y utilizar la red. Hoy en día se conoce que tu puedes usar la red, especialmente el Twitter, en materia de gestión de capital humano. Puedes hacer maravillas, porque la red te va a mostrar quien es ese posible candidato, y es muy fácil hacer análisis de trayectoria de la persona si esa persona tiene Twitter puede saber quién es esa persona”, señala.

¿Cuál es el miedo?  Monteferrante explica que las organizaciones se cierran al uso de las redes sociales por temor a lo desconocido, y como las generaciones precedentes que actualmente ocupan los puestos de dirección no saben usarlas entonces prefieren prohibirlas. Pero mientras se rehusan a usarlas, cualquiera puede hablar de una organización en internet, sin que esta tenga oportunidad de hacerle frente en el mismo terreno. Otra razón por la que las organizaciones temen a las redes es porque de alguna u otra forma les hacen perder poder. “Si hay algo que tienen las redes sociales es que democratizan las instituciones, las vuelven más chatas, y por supuesto, las organizaciones y las generaciones precedentes se resisten a este cambio que para los nativos digitales es tan natural. Hay que entenderlo también, hay que ponerse en esos zapatos y ver que el cambio debe darse de forma gradual, mostrandoles las  bondades de las redes”, añade.

Adaptarse a la “irreverencia”.  Y para adaptarse a la nueva realidad, estas generaciones necesitan desaprender para aprender el nuevo mundo de la generación net. Y no solo se trata de aprender a usar aplicaciones en internet, sino incluso adaptarse a nuevas  reglas de comportamiento social. Los jóvenes de la generación net son libres, independientes, retadores, y hasta irreverentes desde el punto de vista de sus antecesores. Y tienen un comportamiento en sus áreas de trabajo que puede ser un poco irritante para sus jefes de mayor edad.

“A veces los jefes se desesperan porque dicen ‘el muchacho siempre está con el iPad, tiene un iPhone, parece que nunca me presta atención, o sea, ¿en qué mundo vive?’. Pero resulta que el ‘muchacho’ sí le está prestando atención. Lo que pasa es que otra manera de prestar atención, no la convencional. Además, me gusta usar mucho esta palabra, es que ellos son como igualados, ellos no usan la palabra usted, ellos son muy de tú, y ahí hay un tema que se relaciona con la jerarquía, la formalidad. Para ellos ese respeto es de otra manera Ellos dicen ‘yo te respeto porque tú tienes conocimiento y me lo transmites’. Eso es lo que garantiza a los jefes que ejerzan el liderazgo, no tener la etiqueta de jefe”, explica Monteferrante.

Una generación muy productiva. Los jóvenes de la generación net traen mucho cambio a las organizaciones pero también muchas destrezas en el uso de la tecnología que las empresas tienen que capitalizar. Monteferrante se pregunta «¿Cómo es posible que yo desperdicie la llegada de estos muchachitos que hacen las cosas en automático y yo no pueda aprovechar eso? Creo que eso es una manera burda de despreciar el talento”.

Todo lo dicho tampoco implica relegar a las generaciones antecesoras, sino lograr que todas logren convivir en el ambiente laboral de forma efectiva. “Ninguna generación tiene la verdad. Es la combinación de las tres que permite capitalizar lo mejor de cada una de ellas”.

Las frases

Patricia Monteferrante

La generación net no pide permiso sino que informa inminente el cambio, eso es lo único constante, el cambio. Y no te puedes dormir en los laureles.

Cada generación quiere analizar a la otra desde sus propios anteojos. Pero si te encajono desde mi perspectiva es un error, no funciona»

Sobre IESA

La Escuela de Gerencia IESA es una prestigiosa institución venezolana con más de 50 años de fundada, que ofrece educación de cuarto nivel y formación  ejecutiva a instituciones del nivel público y privado. Desde el  2009 ofrece programas educativos en el país y acompaña a instituciones en el proceso de formación. Es una institución con triple acreditación, otorgadas por la Asociación para el Avance de las Escuelas de Negocios (AACSB), la británica Asociación de MBAs (AMBA) y el Sistema Europeo para el Mejoramiento de la Calidad (EQUIS).