El fenómeno de la música típica

El fenómeno de la música típica

Recuerdo que llegué muy tarde. Era uno de esos centros de diversión que despiertan las noches de la Zona Oriental de la Capital, mientras el resto de la gente duerme. No sabía que el pueblo se iba de bonche los lunes, tanto que pensé que era sábado. Entré al lugar, y entre el bullicio, empujones, y unos cadenuses que se lanzaban a la pasarela, pude concentrarme en lo que se escuchaba en ese momento. Era un merengue típico, tocado en vivo. La muchedumbre fue barrera que me impidió identificar el conjunto que amenizaba la fiesta. No obstante me quedé sin preguntar. Preferí observar lo que pasaba: personas de diferentes edades sumergidas en la euforia causada por aquella música. Una música que creía muerta, y que solo vivía en mis recuerdos donde visualizaba mis viajes a Santiago de los Caballeros. Qué placer sentí al ver lo que sucedía. No por la tambora, ni por la güira. Ni siquiera por el saxofón. Y es que estos instrumentos están vigentes. Me alegré por el acordeón, porque se estaba dando a conocer entre las nuevas generaciones. En efecto, días después me enteré que muchos jóvenes con aptitudes musicales se están inclinando hacia éste. Hasta Crispín Fernández, maestro del saxofón y profesor de música (amigo mío también) me dijo que había encargado el suyo, porque quería aprender a tocarlo. Volviendo a la noche aquella, luego de disfrutar de tres temas, llegaron otras observaciones. Estaba la güira, la tambora, el saxo y el acordeón, pero también estaba un timbal que de vez en cuando relevaba a la tambora en los repiques, y unas congas como en los combos. Entonces empecé a notar que la tambora no se estaba tocando de manera tradicional. El tamborero había adoptado el estiló moderno, el llamado “a lo maco”. Pero tampoco los acordes del saxo, ni los del querido acordeón eran los mismos. Estaban adoptando el patrón de las orquestas modernas de merengue. Sentí una evolución. Días después, un amigo al oírme decir que había escuchado merengue típico, me pidió no ofender las memorias de Ñico Lora y Tatico Henríquez. Entonces surgió la pregunta: ?será merengue típico, o música moderna de acordeón? Volví varias veces al mismo lugar, donde vi desfilar muchos conjuntos. Meses después, una emisora de radio de la capital acogió esta propuesta, pautando solo bachata y este tipo de merengue. Luego empezaron a venderse los discos. Muchos ya se encontraban pirateados en las calles, lo que significa que había demanda. Para completar, estos músicos han estado trabajando con su imagen. En estos momentos en el Cibao no se oye otra cosa. Lo cierto es que típico o no, es un nuevo fenómeno musical.

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