El  férreo agarre  de la economía es insostenible

El  férreo agarre  de la economía es insostenible

Por Benedict Mander
En Caracas

El firme agarre de Hugo Chávez sobre la economía venezolana está generando distorsiones que los economistas temen, paradójicamente, llevar finalmente a una pérdida del control.

Los controles a los precios, a la moneda y tasas de interés negativas son solo algunos de los elementos que han contribuido a una de las tasas de inflación más altas del mundo, y a una tasa de cambio sustancialmente sobrevaluada.

 “Este régimen no es sostenible. Está levantado sobre  los altos precios del petróleo”, dice José Guerra, quien fuera un director de investigaciones en el banco central de Venezuela. “Ya Venezuela experimentó con estas políticas antes, y terminó yendo a la quiebra.”

Los controles introducidos por Chávez son, en parte, un intento por compensar los efectos inflacionarios del gasto del gobierno a gran escala, facilitado por los precios del petróleo, para impulsar el crecimiento económico. 

En esto, el gobierno ha tenido éxito: el crecimiento ha promediado 12% los últimos tres años, llevando a una baja en la tasa de pobreza de 43.9% cuando Chávez fue elegido por primera vez, a 30.4% en 2006.

Esto le ha ganando a Chávez niveles crecientes de respaldo del electorado, que se espera voten a favor de sus reformas propuestas a la constitución en un referéndum que le permitiría ser reelecto indefinidamente.

Sin embargo, su política económica ha generado altos niveles de demanda de consumo que ahora supera la capacidad productiva de la economía, con tasas de interés reales negativas que no incentivan a los consumidores a ahorrar su efectivo.

El gasto desenfrenado, combinado con controles de precios que tienen la intención de limitar los efectos inflacionarios de esas políticas ha llevado a la escasez de productos básicos, como la leche, los huevos, los frijoles y la carne de res.

Para contrarrestar esto, las importaciones se han triplicado los últimos tres años, en un esfuerzo por compensar la incapacidad de la economía de apoyar la demanda.

 Pero la inflación en aumento y una tasa de cambio cada vez más sobrevaluada solo continuará haciendo más atractivos los productos importados, en la medida que las exportaciones no vinculadas al petróleo se vuelven más caras en los mercados mundiales.

Esto hará a Venezuela aún más dependiente del petróleo, que constituye el 90% de sus exportaciones.

Irónicamente, una de las políticas claves de Chávez es estimular el “desarrollo endógeno” para alejar a Venezuela de su dependencia del petróleo.

“Si el precio del petróleo sufre un descenso mundial significativo, el sector minorista no será capaz de apoyar el nivel actual de importaciones, sin que el país se deslice a un déficit de comercio inmediato”, dice Mark Turner, un analista de Hallgartem quien añade que las reservas del banco central no durarían mucho bajo tales presiones.

 “La recesión sería una amenaza real a la economía, además de para la administración que la ejecuta”, dijo.

Sin embargo, Mark Weisbrot, un economista del Centro para la Investigación y la Política Económica, alega que la economía venezolana “no encaja en el molde de un `boom´ perolero que vaya camino a la quiebra´”.

Dice que un gran excedente en la cuenta corriente, reserves en divisas en aumento, y bajos niveles de deuda externa son suficientes para aislar a la economía de cualquier peligro inmediato, aunque admite que la moneda está sobrevaluada en no menos de 30%, en relación con el dólar

 “Esto es algo que el gobierno tendrá que remediar,  si es que Venezuela va a perseguir una estrategia de desarrollo a largo plazo que diversifique la economía, aparte del petróleo”, dice.  

Sin embargo, admite que el gobierno está en una posición renuente a devaluar por temor al efecto que esto tendría en la inflación.

VERSIÓN AL ESPAÑOL IVÁN PÉREZ CARRIÓN

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