El festín de los amotinados

El festín de los amotinados

Los que patrocinan los últimos movimientos de protestas y las mal llamadas huelgas, es decir el festival de la incomprensión, deberían tener presentes que la sociedad actual ya no camina hacia la revolución, porque han sucedido en este final de siglo dos cosas: el progreso científico y tecnológico que ha fabricado otro mundo de trabajo, y la revolución socialista después del derribamiento del Muro de Berlín, es un cadáver. Ya los sindicatos tienen que defender sus intereses de otro modo, necesitan conocer lo que es la empresa moderna, para saber que pueden pedir sin poner en riesgo las empresas y por tanto su puesto de trabajo, pues de lo contrario pasan al ejercicio de desempleados, que en nuestro país representa más de un 20% de la masa laboral activa. Esto es, los dirigentes sindicales de este final de siglo tienen que estar mejor preparados para la negociación que para el liderazgo. Las huelgas salvajes de estos últimos días que han hecho perder al país cientos de millones de pesos, fastidiando al comercio, la industria y al público en general y enrareciendo el clima político dentro de un periodo electoral, tendrá necesariamente un balance negativo para sus auspiciadores, pues quizás, lo único que han conseguido con sus obtusas e irresponsables manipulaciones, es que el gobierno retroceda en alguno de sus planes de desarrollo y de paz para la nación, y que ellos queden al descubierto con su comportamiento de falsos líderes laborales y que la población comprenda mejor, que es la primera vez que hay en el país un gobierno con un proyecto a largo plazo, que aspira a colocar a República Dominicana en un lugar de igualdad con muchas de las naciones de nuestro entorno, desde luego a costa de muchos sacrificios.

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