El fiasco de las candidaturas

El fiasco de las candidaturas

JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ ROJAS
Las pasadas elecciones congresuales y municipales han puesto en evidencia el dispendio y el despilfarro que ha significado la asignación de enormes cantidades de dinero a los partidos políticos, más los fondos que del sector “privado” se agenciaron ciertos aspirantes, que de antemano se sabía que sólo estaban en las boletas por llenar requisitos y para de manera sumamente “costosa”, darse a conocer en el ambiente político-partidista. A ese derroche hay que ponerle fin, ya que un país paupérrimo como el nuestro, no se puede dar el lujo de patrocinar campañas electorales similares a la de países con mayores recursos económicos que el nuestro.

Ha sido verdaderamente vergonzoso conocer la información publicada en el Diario Libre del viernes 2 del mes que discurre, en la cual se destacaba que 44 candidatos a diputados no sacaron un solo voto en la demarcación que se postularon. Por falta de espacio no escribiremos sus nombres, pero sí los partidos políticos: 21 del Partido Popular Cristiano (PPC); 10 del Movimiento Independencia Unidad y Cambio (MIUCA); 7 del Partido Revolucionario Independiente (PRI) y finalmente 6 del Partido Renacentista Nacional (PRN). Estos candidatos ni siquiera contaron con su propio voto. Pero también hay que destacar que 64 candidatos sólo sacaron un solo voto (el propio). Encabeza la lista el PPC con 29, el PRI y el PRN tienen 12, el MIUCA 10 y el Partido Humanista Dominicano (PHD), uno. Nos imaginamos, que si esos ciudadanos tienen vergüenza, cosa muy improbable, no volverán a terciar en elecciones venideras.

Varias personalidades -y nosotros lo hemos hecho en varias entregas- se han quejado, no sólo de la enorme cuantía de dinero que se le otorga a los partidos políticos, sino de la duración innecesaria de la campaña política, lo cual invita a que los aspirantes se mantengan derrochando en marchas, caravanas, “bandereos”, mítines, afiches, banderolas y una sarta de inventos como son las denominadas encuestas y los encuentros puerta a puerta.

Todo esto sin contar con la contaminación ambiental, al pintarrajear postes del tendido eléctrico, bardas, “contenes”, árboles, vehículos, tanto públicos como privados, y en donde el gasto le zumba la manigueta es en los “spots” en la televisión, los “jingles” en la radio y los espacios pagados en los diferentes medios de prensa escrita.

Asimismo, la legislatura después de pasadas las elecciones el 16 de mayo, debe ser regulada para que no se cometan truhanadas y se aprueben contratos, ventas y anteproyectos de ley, que se sabe traerán muchas controversias, rebatiñas y hasta ventajismo en su aplicación. Noventa días de transición es un período muy prolongado. Se debe regular, mediante la selección de la agenda a conocerse. Ningún proyecto controversial o que amerite un estudio profundo de parte de los legisladores debe ser conocido en este período transitorio y de ponerse en agenda, declarar su irregularidad. En el pasado se han dado “bellaquerías” de parte de los legisladores, que aspirando a su reelección, salieron derrotados.

La acción llevada a cabo por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de comprar un inmueble para establecer su sede, se enmarca dentro de las “indelicadezas” que no deben realizarse. Se suponía que el dinero suministrado por la Junta Central Electoral (JCE) era para ser distribuido equitativamente entre los candidatos a cargos congresuales y municipales de cada partido. El haber distraído esa enorme suma para la compra del local del PRD, disminuyó las posibilidades de triunfo de sus candidatos, ya que en nuestro medio se estila brindar bebidas alcohólicas, galones de combustible y bocadillos a los participantes en los mítines y caravanas.

Los desvergonzados que no obtuvieron tan solo un voto y aquellos que sólo se beneficiaron del propio, deberían sufrir el escarnio de los ciudadanos conscientes, que ya sea por intermedio de Participación Ciudadana o la Fundación de Institucionalidad y Justicia (FINJUS), deberían elevar un recurso a la JCE para impedir que mediante una victoria pírrica se burlen del proceso electoral que tantos recursos económicos le cuesta al sufrido y burlado pueblo dominicano.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas