BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
«Recuerdo que descubrimos que había una cultura de los ricos y una cultura de los pobres. La de los ricos, muy decentes: compro, pago. La de los pobres: ¿cómo me consigo ésto? ¿cómo le robo al rico y al que sea?  «Muchas familias humildes, buenas, patriotas le decían al hijo que trabajaba, por ejemplo, en el sector hotelero: «Oye, llévate una sábana, llévate una almohada, tráeme lo otro».

Esas actitudes nacen de la cultura de la pobreza y cuando se hacen los cambios para cambiar todo eso, los hábitos perduran mucho más tiempo». Las expresiones son de Fidel Castro, citadas por Ignacio Ramonet en «Biografía a dos voces».

¿Cuándo fue que pasamos a ser gobernados por los «humildes, buenos, patriotas» de que habla Fidel Castro, que entienden que quien ocupa una alta posición en el gobierno debe salir rico de ella?.

¿En qué vericueto de la historia nacional se perdió el respeto a la escala moral?

¿Qué se hizo el patriotismo? Entendido como la postulaba José Martí: «El amor, madre, a la Patria, es el odio al extranjero que la oprime». Patria de la cual dijo: de altar se ha de tomar la patria para ofrendarle nuestra vida y no de pedestal, para levantarnos sobre ella.

Es la Patria de Juan Pablo Duarte: «Trabajemos por y para la Patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos».

¿Dónde se perdió, repito, el amor a la Patria, que es amor a sus semejantes, al derecho a la vida sana, con educación, trabajo, salud y diversiones?.

¿Quién o quiénes trajeron el espejismo que cambió la búsqueda del sueño, la construcción de la utopía, por el amor corrupto al brillo del oro?

¿Cómo es posible que permitamos que la Patria se convierta en un concepto vacío, sin presente, sin esperanza, sin porvenir y que en el país no haya justicia ni autoridad que imponga respeto a la Constitución y las leyes?

¿Fue que no supimos traspasar el amor patrio a la generación que nos sucedió?

¿Fue que esa generación escogió el camino desviado hacia las riquezas mal habidas como un modo de tener y mantener el poder, porque orquestó la música de la corrupción con la falta de aplicación justa y sana de las leyes?

¿Cuándo fue que dimos el mal ejemplo o es que la corrupción que exhibe riquezas y bondades mal habidas de manera descarada sustituyó la moral y la honradez por el robo al erario, el contrabando, el tráfico de influencias, la sobre valuación de obras públicas como si se tratara de oro de buena ley?

Es hora de iniciar el rescate de los principios morales y aplicarlos al arte de gobernar.

Solón decía en la Grecia clásica: «Muchos hombres malvados son ricos en tanto que muchos buenos son pobres. Pero no cambio mi virtud por lo que aquellos tienen, porque la virtud perdura mientras que la riqueza pasa de uno en otro hombre».

Rescatemos la verdad y la vergüenza, siempre hay tiempo. Comencemos ya.