El final de una cuaresma
convulsionada

El final de una cuaresma <BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2010/03/AC21014F-BBF4-46DB-A00A-D35F109610FB.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=339 data-eio-rheight=390><noscript><img
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Al sumergirnos los cristianos católicos en los días finales de la Cuaresma, con los ritos emblemáticos en la Semana Santa, nos damos cuenta que los pasados 40 días no fueron tan normales ya que de una u otra forma los castigos penitenciales, tantos naturales como humanos, estuvieron presentes durante todo el período.

Terribles tormentas invernales azotaron el hemisferio norte, dejando a millones de personas sin los servicios básicos, padeciendo durante días las inclemencias del tiempo que sacudieron a naciones norteñas. Por igual la tremenda actividad sísmica, iniciada con el sismo del 12 de enero en Haití se ha esparcido por todo el planeta con el roce de las placas tectónicas que en su acomodo han estimulado una severa actividad que ha llenado de luto a varios países.

Los dominicanos no hemos sido ajenos a esas convulsiones naturales. En una catarsis redentora, las secuelas del terremoto en Haití se han mantenido durante la Cuaresma recién finalizada, por el desborde de apoyo y socorro al vecino país occidental, que bien podría reconocerse como un acto penitencial de redención para la isla.

Pero otras acciones han sacudido malamente los cimientos de una sociedad muy mal parada con actos que agobian a quienes nos gobiernan, desbordados por toda clase de actividades ilícitas, desde la delincuencia, variados actos de corrupción, avivados por un narcotráfico invencible que arropa a sectores emblemáticos del pasado, por lo que con el apogeo de la campana política y el asueto de estos días santos, ha impedido que los corazones de los cristianos se entreguen a la conmemoración de los actos que recuerdan la inmolación profética del Hijo de Dios en la cruz.

Hoy, las actividades humanas se encausan por dos diferentes senderos; uno del esparcimiento y del desborde de las necesidades de disfrutar de las bellezas naturales del país.

EI otro sendero es de la reflexión, en que la Iglesia insiste cada año en atraer a sus hijos para que frenen su conducta liberal y más ahora con la desvalorización de las creencias, que en otrora eran la fortaleza de una nación aquejada de muchos males.

EI Jueves Santo representa el día medular del año para la Iglesia, ya que se conmemora el rito del pan y del vino de la Última Cena con la instauración de la Eucaristía como el sacrificio de la nueva religión. En el Evangelio de San Juan fue incluido el largo parlamento de Nuestro Señor Jesucristo, en donde dejó plasmada su doctrina del amor, que según ese mensaje, fue el legado a los humanos para ratificarse con el derramamiento de su sangre en la cruz.

Mientras los políticos criollos engrasan su maquinaria para darle con todos los hierros, ayudados por aportes oficiales, privados y hasta del narcotráfico para la etapa final de estos 45 días de campana, las playas y montañas, reciben a millares de dominicanos y extranjeros para disfrutar del largo asueto, con los religiosos haciendo esfuerzos para atraer sus feligresas a los templos y más en este año con presagios de castigos divinos por la ocurrencia inusitada de terremotos y con el conocimiento más generalizado de la profecía de los mayas del supuesto fin del mundo para el 20 de diciembre del 2012.

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