Miles de usuarios del Metro de Santo Domingo confrontan serias dificultades para abordar ese medio de transporte, en las llamadas horas picos, principalmente en la línea Uno, debido a que los trenes no dan abasto para la demanda.
La situación es de tal magnitud que los pasajeros tardan más tiempo en filas, debajo de las estaciones, que lo que tardan los trenes para transportarlos a sus destinos.
Además, los andenes (plataforma para abordaje) como la Mamá Tingó, en Villa Mella, hace dos años que quedaron pequeñas para la cantidad de pasajeros que no caben en horarios de 6:30 a 8:30 de la mañana, y de 5:00 de la tarde a las 9:00 de la noche, sobre todos de lunes a viernes.
Cinco filas. En la estación Mamá Tingó, la más concurrida de las 16 con que cuenta la línea Uno, se hacen cinco filas, que si se unificaran en una tendría una longitud de alrededor de un kilómetro.
Por ejemplo, tres filas son formadas del lado Sur de la estación que llegan hasta la avenida Jacobo Majluta, mientras otras dos del lado Norte, que pasan los 300 metros.
No previeron. Como la cantidad de pasajeros no caben en los andenes los agentes del Cuerpo Especializado de Seguridad del Metro (Cesmet) detienen a los usuarios cada dos minutos frente a los controles en la parte baja, lo que hacen interminables las hileras.
Es por eso que el proceso para subir y abordar los trenes tarda hasta 20 minutos, cuando el trayecto para llegar al destino es quizás de 10 si va hasta la estación Los Taínos, en la Nicolás de Ovando con Máximo Gómez, y de 14 si llega hasta la estación de transferencia Juan Pablo Duarte donde enlaza con la línea Dos, Kennedy con Máximo Gómez.
Peor en el Torito. La situación es todavía peor para quienes abordan este medio de transporte en la estación José Francisco Peña Gómez, en su mayoría del Torito y Los Guaricanos, ya que este pasa prácticamente lleno.
Esto provoca que la muchedumbre desesperada se abalance contra el interior de los trenes con el objetivo de lograr un espacio aunque no pueda respirar, lo que ha provocado conatos de violencia.
En esta estación los agentes del Cesmet también toman medidas preventivas en la parte baja controlando la subida, porque tampoco cabrían en los andenes los pasajeros que buscan espacios para llegar a sus destinos.
En varias ocasiones los militares al servicio de la seguridad del Metro han tenido que tomar medidas drásticas como la de bajar la puerta de entrada para evitar problemas con quienes buscan un espacio desesperado en ese medio de transporte.
Es que en el Metro por lo meno tienen garantizada seguridad y llegada rápida a su destino.