El 2025 es complicado para la economía mundial, ningún país se libra de las hostilidades comerciales emprendidas por Donald Trump. En los tres meses que tiene en el poder, las perspectivas de crecimiento se han deteriorado, aunque el FMI no prevé recesión global, advierte que hará rebajas notables en sus previsiones. Afectará casi por igual a países avanzados, emergentes y en desarrollo, también a nosotros, si nos recorta uno por ciento, el PIB real superará entre 3% y 4% al de 2024, lo que no estaría mal, estamos en presencia de la mayor incertidumbre e inestabilidad económica mundial conocida desde la oleada proteccionista de los aranceles Smoot-Hawley de 1930. Para historiadores un error catastrófico que profundizó la crisis económica mundial, la guerra comercial que se desató contribuyó a agravar la Gran Depresión, por ese motivo los aranceles generalizados quedaron totalmente desprestigiados, enseñanza de la historia que evidentemente Trump no toma cuenta en su guerra arancelaria, como tampoco el período entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, que se caracterizó por la agresión comercial internacional de suma cero, sin un claro ganador.
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Como lo expresó Héctor Valdez Albizu, gobernador del Banco Central, a miembros de la junta de directores del CONEP que lo visitaron, nuestra economía destaca por su capacidad de resiliencia, lo demuestra el comportamiento del sector externo neto, fue principal motor en el crecimiento de 1.5% PIB real, enero-febrero 2025, aportó 4.2 puntos porcentuales, a precios corrientes las exportaciones interanual crecieron 2.7% y las importaciones cayeron 1.5%, asumo (para el cálculo) igual en volumen, los precios (aproximados por valores unitarios) variaron poco. La demanda interna resto 2.7 puntos porcentuales, con la buena noticia de que la caída no fue por cambio de ciclo de la inversión privada productiva, ya que ello iría acompañado de un freno en la creación de empleo, lo que sustenta el consumo de familias y, en definitiva, el avance de la economía. Se debió al poco gasto de inversión pública, para el año estima entre 2% y 2.5% del PIB. Para propiciar condiciones favorables a la inversión privada, desde octubre de 2024 la Junta Monetaria y el Banco Central facilitan liquidez extraordinaria al sistema financiero nacional por RD$200 mil millones, de redenciones a vencimiento letras y notas de la Entidad Emisora, y RD$35,355 millones del encaje legal para préstamos interinos a constructores, adquisición de viviendas de bajo costo y préstamos a micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes). De la facilidad del encaje legal hasta la fecha se han colocado RD$14,500 millones, beneficiando a 2,635 deudores. Como consecuencia de la fuerte inyección de liquidez, las tasas de interés se han reducido, la activa de la banca múltiple de 16.09% en noviembre de 2024 a 14.46% en abril de 2025, y de 14.51% a 13.42% para los sectores productivos. El Banco Central da seguimiento al dinero para garantizar su destino, aumentado la probabilidad de que el crecimiento del PIB real de este año sea intensivo en empleo, como en 2024, creció 5.0% por aumentos de ocupados y de la productividad aparente del trabajo, 2% y 3.0%, respectivamente. Si como se prevé la economía modera su ritmo comparado con 2024, el aumento del empleo podría ser de 60,000 y 33,000 desocupados, es decir, menos de las ocupaciones creadas, si la población económicamente activa aumenta (92,899) como el pasado año, por lo que la tasa de desocupados aumentaría seis décimas de punto, hasta 5.4%, a final de 2025.