A raíz de los acontecimientos bélicos de la II Guerra Mundial el mundo se transformó, llevándolo a un enfrentamiento entre el comunismo y el capitalismo. Eso fue el origen de una serie de instituciones de blindaje del capitalismo, en que el FMI jugó un papel trascendental para convertirse en el policía mundial que los Estados Unidos y los países ricos utilizaron para llevar al redil a las naciones con administraciones políticas y financieras muy alegres e irresponsables.

Los años de la década del 80 y siguientes fueron el marco en el cual el FMI ejerció una mayor influencia, aumentando después del derrumbe del comunismo en que las antiguas naciones socialistas ingresaban al capitalismo salvaje, con diversión financiera al recibir toda clase de créditos, que luego no pudieron pagar para caer en la insolvencia. Entonces el FMI acudía con sus medidas económicas, restrictivas y fiscales que enardecían a las poblaciones y provocaban enfrentamientos sociales de funestos resultados, bañando con sangre de inocentes las calles de las capitales desestabilizadas por las malas administraciones de sus gobiernos.

El FMI arrastraba un récord muy negro que llevó a uno de sus más destacados ideólogos, el premio Nobel Joseph Stiglitz, a denunciarlo por sus maniobras entre bastidores que hundieron muchas economías por su insistencia de las cargas fiscales y esfuerzos para enderezar administraciones, nacidas muchas en el fango de la corrupción.

Pero el fenómeno de transformación de villano a héroe, ha producido un cambio radical en la imagen del FMI, después que exitosamente concluyera un acuerdo stand by con Dominicana, que a partir del 2004 supo enderezar su economía para llevarla a niveles de estabilidad increíbles, soportando los embates de una dispendiosa campaña reeleccionista. Ahora el país acudió a protegerse con la anterior policía financiera para que nos guíe y evite un descalabro financiero. Y esto es previsible con todos los aumentos del petróleo y de los alimentos que se importan y máxime después de los alegres tiempos de las elecciones con un despilfarro para garantizar el triunfo del actual presidente. Este, en actitud contrita, busca que el orden a imponer tenga la bendición del FMI y a la vez permita ante los ojos de los inversionistas que la confianza continúa como un elemento esencial en la estabilidad del país para su desarrollo en un mundo tan difícil. Ahora el FMI ha sido rescatado de la ignominia. El comunicado de despedida del subdirector mundial revela una posición muy inteligente por el cual se señala que los organismos internacionales ayudarán al país a mantenerse en el redil que ya una vez el FMI lo impuso con éxito. Esto permitió al país atraer las inversiones, quedando demostrado en el crecimiento del sector turístico, en el aumento de las inversiones inmobiliarias, que amenazadas por el creciente aumento de los precios de los materiales de construcción y de los intereses bancarios, apuntan hacia un nuevo mercado de bienes raíces de lujo, como el que se está desarrollando en Juan Dolio y en la avenida Anacaona de la capital.