El FMI sabe que la deuda no es sostenible

El FMI sabe que la deuda no es sostenible

En la Cámara Americana de Comercio el ministro de Hacienda dijo varias mentiras: a) Que el gobierno había sido prudente en el manejo de la deuda pública. Es lo contrario, el crecimiento en los últimos seis años es acelerado, de US$9,400 a US$22,000 millones de 2004 a 2010. En ese aspecto imita el gobierno de Lilís, quien la aumentó de US$3.9 millones en 1882 a US$34 millones en 1899; b) Que la deuda externa asciende a US$10,742.9 millones. Si es así la interna es de US$7,326.7 millones, porque el Banco Central había dicho que la deuda consolidada ascendía a US$18,069.6 millones, excluyendo la propia. Si no acepta el monto de la deuda interna, entonces mintió con la externa. Debe escoger.

La deuda no es sostenible; los parámetros hablan. De los ingresos corrientes, la deuda representó 310% y el servicio de la deuda 43%, ambos en el 2010. Cuando Grecia colapsó el pasado año, su deuda representaba 289.3% y el servicio de la deuda 31.7%. Es decir, Grecia tenía mejores índices que República Dominicana. Fue la razón por la que el FMI exigió al gobierno dominicano bajar la deuda a 30% del PIB de 44% como terminó en el 2010.

Para el ministro de Hacienda la deuda no es un problema para las finanzas públicas, pero se queja de que la presión tributaria es de 13% del PIB. Sabemos que supera el 20% pero aceptemos su dato. El problema no son los ingresos sino la deuda, de la presión tributaria el gobierno usa 5.8% para servir la deuda y 7.2% para cumplir compromisos sociales. No fue por otro motivo que el FMI exigió cambiar de déficit a superávit fiscal a partir de este año, porque las finanzas están atrapadas por el monstruo de la deuda. La costumbre del gobierno ha sido buscar prestado por encima de lo que paga, el pasado año pagó 5.8% y obtuvo 6.2% del PIB de préstamos netos internacionales y nacionales, demostrando que depende de ahorros externos. Significa que las finanzas públicas de corto plazo son muy vulnerables, lo que no admite el gobierno para ser imprudente, lo malo es que los inversores observan con inquietud. Es necesario evitar la percepción de que hay problema con la recaudación del 2011, porque la reacción sería obvia, habría resistencia para nuevos préstamos y los tipos de interés aumentarían. Un temor similar fue lo que desató la crisis de la deuda en México en 1994, a pesar de que su situación fiscal era mejor que la nuestra en este momento, pero al igual que nosotros, dependía de los préstamos.

Lo anterior viene a cuento porque con los datos del crecimiento del 2010 el gobierno tiene un lío, exageró diciendo que fue 7.8% pero resulta que la recaudación por Itbis decreció RD$3,254 millones con relación al 2009. El comportamiento contradice la teoría económica del crecimiento. Como se creen el cuento del crecimiento del 2010, los organismos recaudatorios presionan a las empresas por nuevos ingresos, porque para servir la deuda se necesitará 5.4% del PIB en el 2011. Es un problema que tienen los empresarios.

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