El FMI y sus cartas

El FMI y sus cartas

LUIS MANUEL PIANTINI MUNNIGH
informar que será remitida la Carta de Intención al FMI tan pronto sea aprobado el presupuesto del próximo año. Con estas serán tres las cartas remitidas por las autoridades dominicanas  desde agosto del 2003.

Dos, con resultados fallidos, por un gobierno que realmente en casi todo lo interno fue fallido, con sus empujoncitos externos. Y la actual, por un nuevo gobierno, que hasta el presente no merece ser expuesto a tan penosa prueba de confianza, ya que si fuese esta la justificación, existen suficientes demostraciones como  hasta la regeneración de la prima, para no indigestarnos con una nueva visita de la acidez indeseada, que diseña proyecciones y resultados,  que al final no resultan como fueron proyectados.

Por tanto a las que hay que evaluar y hacerles sus auditorias forenses es a las propias cartas y a sus diseñadores externos, pues los números que tenemos son elocuentes de sus fallas y caídas sin penas y castigos, a no ser los de los escándalos que recogen los mea culpas de los fondistas con los conejitos Che, que por sus frustraciones en ese caso, ahora los chiquitos tenemos que pagar las jabas.

Veamos pues las profecías incumplidas de las sacrosantas cartas. En la de Agosto del 2003 se estimó una caída del PIB del 3.0% para el 2003 con un aumento del 0.5% para el 2004, pero para este año en la del programa de Febrero del 2004 se estimó una reducción  del 1.0%. Los resultados fueron de una caída del 0.4% para el 2003 y de un aumento del 0.8% al primer semestre del 2004.

Pero donde a la puerca se  le retuerce el rabo son en las predicciones de la cuenta corriente de la balanza de pagos, cuyos desbalances en números rojos son los que justifican los programas de ajustes con dicho organismo, lo que en la actualidad no es nuestro caso. Durante el periodo 2000-2002 la Republica Dominicana experimentó un saldo negativo promedio anual equivalente al 4.3% del PIB, cifra que se considera elevada. Cuando se aprueba la primera  carta-programa en el mes de Agosto del 2003, ya nuestro país tenia un excedente apreciable en la cuenta corriente concluyendo ese año con un superávit del 5.2% del PIB y durante el primer semestre del presente con uno que ronda el 10%, o sea que ya el ajuste se había efectuado antes de la aprobación de la primera carta. Sin embargo, en el programa de Agosto se estimó un superávit   del 1.0% para el 2003 y un déficit del 1.5% para el 2004. Notando pues una diferencia de casi 7% del PIB entre los resultados del 2003 y sus proyecciones para el 2004,  en la carta-programa de Febrero del 2004 los fondistas se mojaron las barbas y colocaron el superávit del presente año en 4.5% del PIB, puntuación con un grado aceptable si observamos sus pocos aciertos.

Pero donde nos embarcaron bien, fue cuando nos arrojaron a los brazos del oso del Club de Paris, para hacerle espacio a los gastos del anterior gobierno en $8,000 millones de pesos, con una dichosa brecha de Balanza de Pagos de US$300 millones que no aparece ni en los centros espiritistas. Porque lo que justificaba la presencia de dicho organismo, era la confianza que infundía su protección de nuevos inventos. Lo que evitaría la nueva fuga de más de US$2,000 millones en capitales privados. Sin embargo parece que pasaron por alto su propia existencia y justificación y se entusiasmaron sumando dólares en la cuenta de debito de errores y omisiones de la balanza de pagos.

En cuanto a la inflación estimaron para este año 9% y 14% en ambas cartas-programas, y hasta el presente se eleva al 33%, pero lo mas extraño es que cuando se aprueba la carta ya la inflación había superado el 9%.

En relación a la tasa de cambio la  carta-programa de febrero del 2004, estimó 40 pesos por un dólar al final de diciembre, con una inflación del 14%, y hoy se encuentra por debajo de 30 pesos con una inflación del 33% y con una emisión monetaria a octubre superior en $3,500 millones a la meta del programa para septiembre de $68,700 millones. O sea que el bajón culpa es de España y no del Banco Central. Pero resulta que según el Secretario Técnico, lo que ha generado un poco de nerviosismo en el mercado que no se justifica, la tasa de referencia en la carta-programa para el presupuesto del 2005 es de 37 pesos, o sea 3 pesos menos que la que se estimó para este año, cuando la inflación será superior al 30%. Despues de observar las inexactitudes entre lo que se escribe y lo que acontece, entonces, por qué preocuparse y hacerles caso al contenido de las  dichosas cartas?

Mi consejo para usted; deje de preocuparse y que otros escriban sandeces y dedíquese a trabajar con optimismo y esperanza por su país, que es a fin de cuenta lo que tenemos. Ah! Y ojo avizor al Congreso con su demagogia, que le quiere echar jabón al salcocho para aguarle la fiesta a usted y al gobierno, pues la indexación al salario además de haber sido eliminada por inflacionista en todos los países donde se experimentó, no la aceptaran los fondistas, además, ¿por qué no se le ablandó el corazón para aumentar los salarios el pasado abril cuando la inflación rondaba el 25% y la tasa de cambio estaba a 46 pesos por dólar? y es precisamente ahora que los angelitos se preocupan cuando existe un nuevo gobierno, que no es de los suyos, y cuando se esta produciendo una caída pronunciada en la inflación mensual y la tasa de cambio y está aumentando de nuevo el poder adquisitivo de la población? En fin, esté atento a lo que pasa aquí y no a lo que diga la carta en sus números sino en sus letras chiquitas como en los pagarés, que a fin de cuenta esto y aquello es lo que le puede

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