El  foro por educación

<p><span>El  foro por educación</span></p>

RAFAEL TORIBIO
Al momento de que el Presidente de la República propuso la realización de un Foro por la Excelencia de la Educación exterioricé la opinión de que existiendo un Plan Estratégico de la Educación Dominicana, elaborado por el gobierno que terminó su mandato en agosto del 2004, la continuidad del Estado recomendaba que no se desconociera sino que se asumiera como punto de partida para la realización del foro que proponía el Presidente y se realizara un amplio proceso de participación y consulta, similar al que se realizara en la elaboración del Plan Decenal de Educación (1992-2002), que estuvo ausente en la preparación del Plan Estratégico.

A pesar de que mi criterio parece que no era compartido, como no lo fue tampoco la propuesta de que el Foro Presidencial integrara y fortaleciera el Foro Nacional de Educación para Todos, iniciativa impulsada por la UNESCO, fui invitado a la inauguración de la iniciativa presidencial y a un par de reuniones más. Después, aunque formalmente sigo perteneciendo al Consejo Asesor Externo de la Secretaría de Educación, los organizadores del Foro Presidencial por la Excelencia de la Educación parece que consideraron que era poco lo que podía aportar en este proceso por lo que no volvieron a invitarme, ni siquiera al Congreso con el que finalizaba. Mi ausencia de este importante proceso, que tuvo como contenido a lo que me he dedicado toda mi vida, no fue porque no quise, sino, simplemente, porque no fui llamado a participar.

Pero lo importante para la educación nacional es que gracias a esta convocatoria se ha realizado un relanzamiento del tema educativo y que distintos sectores y actores han tenido una destacada participación y han reasumido compromisos por una educación de calidad para todos, y que en esta ocasión la preocupación y la visión se refieren a todo el sector educativo, necesitado desde hace tiempo de una mayor articulación interna. Ha sido la oportunidad de un reencuentro que se hacía muy necesario y la renovación de compromisos.

Como un reconocimiento a los avances logrados, aunque ciertamente limitados, con la ejecución del Plan Decenal de Educación, el Foro Presidencial por la Excelencia de la Educación, además de la visión integral del sector, ha señalado que los temas prioritarios de la educación en estos momentos son la calidad, pertinencia, equidad y formación en valores. Si el compromiso principal del primer Plan Decenal fue hacer de la educación una preocupación nacional, lograr una mayor democratización a través de la ampliación de la cobertura y mejorar la condición y valoración de los maestros, bajo la consigna de “educación para todos”, es un indiscutible acierto que la consigna para un nuevo Plan Decenal sea “educación, de calidad, para todos”.

El país debe felicitarse por haber hecho posible este nuevo compromiso por el mejoramiento cualitativo de la educación dominicana, recogido en la Declaración General del Foro. Y quisiera resaltar, por el momento, de todos esos compromisos los que tiene que ver con el financiamiento de la educación. Contrario a las declaraciones reiteradas del Presidente de la República tratando de minimizar la importancia de los recursos que deben ser invertidos en el sector educativo, la última en el mismo discurso en que se inauguraba el Congreso Nacional con que concluían los trabajos del Foro, en la Declaración General se afirma que “el Estado debe destinar los recursos necesarios y suficientes para garantizar el financiamiento que requiere el sistema educativo dominicano en todos sus niveles y modalidades”. Confirmando la anterior demanda.

Pero como tenemos demasiada experiencia en comprobar que las declaraciones son desmentidas por los hechos y que se ha violado sistemáticamente la ley que ordena destinar a la educación el 16% del presupuesto nacional de cada año, o el 4% del PIB, los participantes en el Foro demandan en la Declaración final darle rango constitucional al tema educativo, con la inclusión de un Título específico en la Constitución “dedicado a la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología” y “que en el marco de la reforma constitucional se declare la educación como una prioridad nacional y que se incluya la proporción del PIB y/o del presupuesto nacional que se invertirá en cada uno de los subsectores del sector educativo”. De esta manera, aprobar en el presupuesto menos de lo establecido para educación sería una violación a la Constitución. Quizás así nuestros gobernantes y legisladores se animen a cumplir con lo que jurídicamente se ordena.

Como una contribución a los trabajos que se deben iniciar para la elaboración del Plan Decenal de Educación 2007-2017, concluyo esta entrega presentando lo que el reciente Informe de Progreso Educativo de la República Dominicana, elaborado por PREAL, considera son los principales “desafíos de la educación dominicana para los próximos años”: Enfocarnos en la calidad, hacer que el sistema educativo sea más equitativo y menos excluyente, mejorar la eficiencia y ampliar los años de escolaridad, mejorar la profesionalización del docente, aumentar la participación comunitaria y fomentar mayor inversión y racionalidad del uso de los recursos”. Que así sea.

 

rtoribio@intec.edu.do 

 

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