“El Foro Público Nacional del Siglo XXI”

“El Foro Público Nacional  del Siglo XXI”

Ha dejado de llover… El ambiente es propicio para un viajecito a Santiago, a visitar El Tablón y comerse ¡un mofonguito del bueno!… Píndaro, a quien le encanta un buen comer, le dice a su enllave Herminio: “¡Vámonos pa’l Cibao!…
Herminio, que escucha tan vehemente reclamo, se levanta de un salto y dice: “¡Vámonos, Píndaro!”…. Ambos abordan el vehículo de aventuras y enfilan para el Cibao…
Mientras van en camino, viendo los árboles comentan entre sí la importancia de que se hayan reducido las vallas, que siempre tienen las mismas caras, de los mismos políticos de siempre. Eran tantas y de tan poco gusto, que estuvieron creando contaminación visual por largo tiempo y que, por lo menos ahora, nos han dado un respiro…
Ya cerca de La Vega, Herminio encuentra un periódico en una de las guanteras del vehículo y, al abrirlo, observa una noticia que le rompe su esquema de sosiego: “Sectores empresariales emplazan Alcaldía respetar debido proceso de ley”… No pasa un minuto, sin que Píndaro vire su cara mientras maneja –con el riesgo de una distracción fatal al frente del volante- porque ha percibido a su compañero de viaje fruncir el ceño y hacer una mueca nada agradable… Al instante, Herminio le comenta: Mira Píndaro, como El Tablón nos queda frente al Monumento, tan pronto lleguemos a Santiago párate medio kilómetro antes para que veamos esta hermosa valla a que hacen referencia en el periódico y que ahora decora la ciudad.. Es como un nuevo y desagradable chisme de patio… ¡No podemos regresar a la capital sin antes vivir esta emoción!… ¡A ver si es verdad que el gas pela!…
En 15 minutos, ya están frente a su objetivo y, con todo y el hambre y deseo que tienen de un buen mofonguito -que ha sido la razón de su viaje a la segunda ciudad de importancia en votantes del país-, se estacionan frente a un adefesio que les da la bienvenida a la ciudad corazón… En ella se lista un grupo de nombres de empresas que dan trabajo a un paquete de obreros y personal de oficinas y que, según la valla, dan la imagen de ser las primeras malas pagas de la ciudad… ¡porque le deben a la alcaldía!….
“¡Así es como nos reciben, Herminio! – grita Píndaro-… ¿Y esta nueva vaina que se han inventado en el ayuntamiento?”… En ese momento, Herminio parece frizarse… Inclina hacia abajo su cabeza… La sube hasta el infinito, como buscando una explicación de lo que, por lo que ha visto, le ha venido a la cabeza… Un escalofrío le cubre todo el cuerpo, de manera tal que el mismo Píndaro se espanta y le pregunta sorprendido y hasta asustado: “¿Qué te pasa, Herminio?… ¡Te has puesto de color blanco!… ¿Te sientes mareado, o algo por el estilo?…
Píndaro, vuelve de nuevo su cabeza hacia el mastodonte que tiene delante de ellos… Ya hasta las ganas de ir al restaurante se le han ido… “Tú esperas un gran recibimiento –comenta para sí-… y, es ahora la misma alcaldía la que se ha inventado recibirnos a los visitantes con una sesgada muestra de que, en Santiago, hay malas pagas… Pero, al parecer solamente en el sector privado… Los políticos del patio no cuentan para ello”…
Herminio, sigue con su vista clavada en el horizonte de un cielo que, de momento, se ha nublado… Unos nubarrones han coincidido con el desagradable momento y le están afectando grandemente… Sin poder aguantar mucho más, exclama: “¡Caray, que pena, jamás pensé que en este Siglo XXI nos trajeran de nuevo lo que recuerdo cuando estaba chiquito creó el mayor malestar de una época: ¡El Foro Público!… Lo único que, en aquella ocasión, las diatribas se insertaban en el único periódico de importancia y, ahora, un cerebro de mercadeo malévolo y distorsionado le ha dado con reproducirlo en un medio de comunicación abierta…”.
Mientras Herminio sigue con su espanto por lo que está viviendo, Píndaro exclama: “¿Acaso este político del momento no piensa que esta plaza es la segunda en número de votantes del país?… ¿Con qué cachaza le va a dar la cara al sector que, precisamente, es el más castigado en el proceso de captar fondos durante las campañas?… ¡Es una lástima que se meta la pata tan honda de esta forma y se esté matando la gallina de los huevos de oro!… ¡Cuidado!… Parte de esto sucede, porque la generación actual parece estar sólo en chatear y no se está dando cuenta de que por ahí se está cociendo el Foro Público Nacional del Siglo XXI…¡En las narices de todos!”

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