El equipo de Hipólito Mejía ha descubierto que sus redes sociales son invadidas; ello revela una nueva forma de quinta columna.
Se intenta, de manera maliciosa y perversa engañar, influir en la voluntad de los usuarios de esas redes, haciéndoles creer situaciones falsas que les convienen a quienes ejercen tan vil tarea.
Crean números, opiniones sin sustentación, ejercen la práctica de mentir a sabiendas, con intenciones malsanas, olvidando que toda obra humana deja huellas.
Quienes actúan de esa manera, aunque ubiquen el origen de sus diabluras en Ulan Bator, capital de Mongolia Exterior, dejan huellas que se devuelven y dejan al delincuente al descubierto.
Sabemos quiénes son. Lo sabemos y sabemos, también, por qué actúan de esa forma: se tiene la certeza, la convicción de que Hipólito Mejía corre por el carril de adentro y por eso hay que poner todo tipo de obstáculos a fin de que tropiece, de una y otra forma y su candidatura sea entorpecida y dañada con una nueva campaña de falsedades, de medias verdades.
Se ocultan bajo el anonimato porque se saben perdidos, porque Hipólito en el poder es una amenaza.
Una amenaza para los ladrones, para los prevaricadores, para los que usan las posiciones en el gobierno con fines personales, para los que trafican con influencias, para los que “confunden” como propios los fondos del erario y los utilizan alegremente.
Hipólito es una grave amenaza para los maleantes que medran al abrigo del poder, para quienes entienden que una posición en el gobierno es para servirse, no para servir.
A eso es a lo que le temen quienes invaden las redes sociales de Hipólito Mejía, a que llegue al poder a enderezar los nadie sabe cuántos entuertos que afectan al país.
Lo que temen es que se resuelva la crisis permanente en la prestación de servicios de salud para el pueblo, que haya aulas para atender a los niños en edad escolar, que el gobierno actúe como el árbitro que facilite el ejercicio de los derechos ciudadanos con absoluta igualdad y respeto.
Lo que temen los invasores de las redes sociales de Hipólito es el establecimiento del verdadero Estado de derecho donde todo seamos iguales ante la ley.
Lo que temen es que se adecente la justicia para que el pueblo tenga la seguridad de que quienes administran la Constitución y las leyes actúen sin injusticia ni privilegios.
Quienes invaden las redes sociales de Hipólito intentarán cualquier barbaridad, cualquier bajeza, cualquier diablura, con el propósito de intentar dañar la candidatura que se abre paso, día tras día, en todo el país, como lo demuestran los encuentros con sus seguidores de siempre y con los nuevos jóvenes que incursionan en política con los bríos de su edad.