El fracaso de Manuel

El fracaso de Manuel

POR  DOMINGO ABRÉU COLLADO
A la entrada de Enriquillo, Barahona, nos encontramos con esta extraña declaración: “Manuel fracasaste”. Pensamos que se trataba de alguno que intentó repostularse o postularse en las pasadas elecciones, pero que había fracasado en su intento. Luego pensamos que el letrero giraba en torno a alguien cuyo negocio había quebrado como consecuencia de la debacle económica que actualmente disfrutamos.

Igual creímos que pudo haber sido alguna intentona declaratoria amorosa fracasada. Pero no, ninguna de las tres. Se trata de una recordación mortuoria.

El Manuel que se menciona es Luis Manuel Cuesta Caraballo, quien fue asesinado durante la época de los doce años de Balaguer. No nos dieron la fecha ni siquiera aproximada, pero habrá sido por los años 70.

A Manuel lo apresaron (desconocidos incontrolables), lo molieron a palos y a culatazos hasta ocasionarle la muerte. Luego lo lanzaron cuesta abajo por un risco conocido en Enriquillo como “el derrique Musundí”, para sugerir que Manuel había muerto como consecuencia de una caída “accidental”.

En lo adelante, Luis Manuel Cuesta Caraballo sería recordado cada cierto tiempo con letreros como el que se ve en la foto, una forma un tanto muy “sui generis” de parte de los compañeros de manuel y de los pobladores de Enriquillo. En honor a la verdad, a la entrada de cada pueblo de la República Dominicana debería haber una especie de “tumba del joven desconocido”, en memoria de los cientos de jóvenes que por su condición de revolucionarios murieron a manos de los famosos “incontrolables” del doctor Balaguer.

SEÑALIZACIONES PROACTIVAS

Prácticamente todas las señalizaciones de las carreteras son prohibitivas: “no rebase”, “no estacione”, “velocidad limitada”, etc. En realidad, se hace necesaria la colocación de señalizaciones más proactivas, que sugieran cosas a hacer, a realizar, no que las prohiban.

Por ejemplo, sería interesante encontrar una señal que nos indique: “gustico de vieja a 200 metros”. Así, uno acelera para disfrutar del “gustico de vieja” e impresionar a las mujeres que nos acompañen, las que por lo regular gritan de gusto cuando el vacío les muerde el estómago.

Otra señal interesante sería “resbale mojado”, la que indicaría que cuando ha llovido en la zona uno puede acelerar y al llegar al sitio mojado, girar el guía violentamente y hacer que el auto dé varios giros como en las películas de persecuciones.

¡Ah, y uno sobre las vacas! uno que diga: ¡túmbela ahora y llévesela pa`seguida! para aprovechar las vacas que andan por ahí, sin dueño aparente. Así, para que los gusanos se coman a uno por culpa de una vaca, mejor nos comemos la vaca y que se queden esperando los gusanos.

Una última señalización proactiva interesante para las carreteras sería “rebase ahora o búsquese un perro prieto”, destinado a esa gente que anda “paseando” por las carreteras con más miedo que verguenza, siempre en el carril izquierdo, entorpeciendo el tráfico y echando a perder la diversión de conducir deportivamente. A ver si Tránsito Terrestre se pone en eso.

PIE DE AMIGO

Hasta seis y siete motoconchistas suele uno encontrarse en las carreteras en apenas medio día empujando a otros compañeros quedados por gasolina.

A esa práctica pudiera llamársele “el pie de amigo”, porque como se habrán fijado se trata del uso de un pie -normalmente el derecho- para empujar al quedado, sea en la carretera como en las calles de la ciudad.

Pero ocurre que en las carreteras es donde más accidentes terribles ocurren, y muchos de ellos resultan asociados a la mala práctica de los motoconchistas. O mejor dicho, a varias malas prácticas, porque si nos detenemos a observar no es solamente lo del “pie de amigo”, se ven comúnmente 5 y 6 personas montadas en una moto, incluyendo niños pequeños, sin que esto llame la atención de las autoridades de las carreteras.

En ocasiones podemos verles “volar” acostados en las motos, sin más protección que el afro (para la cabeza) y las chancletas (para los pies).

Pudiera ser que lo del “pie de amigo” fuera una buena muestra de solidaridad. Pero lo más aceptable sería que cada motoconchista ruede con su correspondiente depósito de gasolina lleno, para evitar quedarse.

Ahora, si esta práctica del “pie de amigo” va a ser permitida oficialmente en las carreteras, entonces es necesario incluir en el reglamento de aplicación de la Ley de Tránsito una observación: “Cuando ocurra un accidente en el que estén envueltos dos motoconchistas enlazados por la práctica del “pie de amigo”, se venderán los órganos ilesos de los motoconchistas para pagar los daños ocasionados a la propiedad privada”.

EL CAFÉ DE LAS MUJERES

Curioso nombre para un paraje de Barahona, pero ahí está. Sin embargo, aunque preguntamos a gente cercana al lugar -que está en una montaña de la Sierra de Bahoruco- no nos supieron decir de dónde le viene ese nombre. Así que… elocubremos hasta que alguien nos traiga la verdad.

Probablemente había por esta zona varios cafés o cabarés donde el servicio era para hombres, dado que a los cafés y cabarés solamente acudían los hombres (de todo tipo) y las mujeres “de vida alegre”, según una calificación muy socorrida hace algún tiempo.

Pues viendo que sus maridos y novios la pasaban de lo más bien en esos cafés, las mujeres decidieron fundar un café al que pudieran ir a solazarse sin los maridos y novios. “Parejos” aparecerían gratuitamente según se corriera la voz. Claro, en ese café no se aceptarían mujeres “libres”, como también se conocía a las prostitutas hace algún tiempo. Sépase que ahora se les denomina “trabajadoras sexuales”. Ya eso de “libres”, “de vida alegre”, “cueros” o “prostitutas” son calificativos que pasaron a la historia, la que habrá de escribirse con el sugerido título de “Colorida Historia Nocturna de las Mujeres -con anexos de la vida diurna-”.

La cosa es que el “Café de las Mujeres” cobró tanta popularidad que poco a poco los hombres fueron “mudándose” para el nuevo sitio, reencontrándose con sus mujeres, a las que no tenían por qué pagarles de inmediato los servicios, sino que lo dejaban fiado para cuando llegaran a la casa.

Como las mujeres se sentían estafadas recurrieron al cura de la parroquia para que interpusiera sus buenos oficios en favor de ellas, exhortando éste a los hombres a pagar por sus servicios. El cura obtendría el 10% de los cobros suaves y el 25% de los cobros compulsivos. Con las ganancias el cura montó un prostíbulo con mujeres importadas desde la Capital, los hombres se mudaron entonces para el nuevo sitio, y el Café de las Mujeres fracasó quedando sólo el nombre para el paraje.

Si hay otra versión que me la pasen. También la publicaré.

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