El fracaso puede ser exitoso

El fracaso puede ser exitoso

POR WILLIAM J. BROAD C.
NUEVA YORK.-
El 11 de junio de 1957, el Atlas, el primer Misil Balístico Intercontinental de Estados Unidos, hizo su vuelo inaugural desde Cabo Cañaveral en Florida.

Duró 24 segundos. El misil despegó rugiendo de la plataforma de lanzamiento y se elevó unos 3,000 metros antes de que sus motores fallaran. Saliéndose de control, el cohete cayó a través de su propia estela de fuego antes de que el oficial de seguridad en tierra enviara una señal de radio que indicó al cohete descarriado que estallara.

Los diseñadores del cohete, aunque desalentados, aprendieron mucho. Fue evidente que, pese al golpeo que el Atlas recibió cuando se salió de control, el cohete había permanecido intacto. Eso probó su integridad estructural, poniendo fin a un importante debate sobre la solidez del diseño.

Quizá todos puedan aprender del fracaso, incluso los norcoreanos.

Su misil, el Taepodong 2, voló brevemente la semana pasada, y parece no estar en condición de transportar una bomba atómica a través de medio mundo hasta Estados Unidos. Expertos juzgan que probablemente se necesitarán muchos años de pruebas más allá del vuelo inaugural del martes antes de que Corea del Norte confíe al nuevo misil algo tan costoso y precioso como una ojiva nuclear.

“Se necesitarían cinco o seis pruebas de su diseño final antes de que tengan confianza en que pudiera ir a algún lado”, dijo el doctor Harold M. Agnew, ex director del laboratorio de armas de Los Alamos, que diseñó la mayoría de las armas nucleares de la nación.

En las horas y días posteriores a la prueba del misil el martes, expertos militares y funcionarios gubernamentales expresaron alivio ante el aparente fracaso, y algunos llamaron ineptos a los norcoreanos. Stephen Hadley, asesor de seguridad nacional del Presidente George W. Bush, menospreció ligeramente el fallido lanzamiento, diciendo que “nos dice algo sobre sus capacidades”.

Pero en entrevistas, expertos aeroespaciales y en armas dijeron que esos reveses eran una parte normal de la ciencia de cohetes y ojivas. Con el tiempo, dijeron, los norcoreanos probablemente harán al vehículo lo suficientemente confiable para librar una guerra intercontinental.

“Habría sido más sorprendente si hubieran tenido éxito” en el primer intento, dijo John M. Logsdon, director del Instituto de Política Espacial de la Universidad George Washington. “Desarrollar cohetes es difícil de hacer”.

La prueba de misil, dijeron muchos, fue un avance razonable. “El hecho de que algo vuele durante 40 segundos antes de estallar significa que el diseño es probablemente fundamentalmente sólido”, dijo el doctor Jonathan McDowell, astrónomo de Harvard que publica en Internet el Jonathan’s Space Report, que da seguimiento a los lanzamientos de cohetes globales.

Aun cuando el fracaso afecte al debut de un vehículo, dijo McDowell, el vuelo puede “dar una cantidad increíble de información sobre cosas como qué tan bien están trabajando los motores y cuál es la estabilidad aerodinámica del vehículo”.

Si los norcoreanos lanzaran 10 misiles Taepodong 2 y ninguno funcionara, añadió, “entonces podría uno burlarse de ellos”.

De hecho, el vuelo de prueba realmente fue más largo de lo que se informó inicialmente. Funcionarios militares estadounidenses dijeron el jueves que la duración general del vuelo de prueba fue más cercano a dos minutos, no los 42 segundos reportados al principio.

Expertos en cohetes dijeron que, en general, los diseños nuevos típicamente estallan repetidamente en vuelos de prueba antes de que los ingenieros puedan encontrar y solucionar los problemas.

“Es un proceso de prueba y error”, dijo Charles P. Vick, experto en el programa de cohetes norcoreano en GlobalSecurity.org, un grupo de investigación basado en Alexandria, Virginia. “Están tratando de construir y probar para detectar los problemas. Es el proceso por el que cualquier nación tiene que pasar”.

Vick dijo que los diseñadores de cohetes típicamente realizan entre dos y 20 vuelos de prueba antes de tener una seguridad razonable de que un modelo nuevo puede ser bastante confiable. Incluso entonces, añadió, los cohetes declarados operacionales a menudo tienen tasas de fallas de uno de cada 10 ó dos de cada 20 vuelos.

Así que es razonable esperar que Corea del Norte esté ocupada aprendiendo del fracaso, corrigiendo las fallas antes de que lance otro Taepodong 2. El ministro de Defensa de Corea del Sur dijo a reporteros el viernes que el Norte parece tener otro misil de largo alcance cerca de la plataforma de lanzamiento.

La naturaleza intimidante del juego aeroespacial se refleja en otros programas estadounidenses, así como en tragedias estadounidenses.

El martes — mientras la nación celebraba su nacimiento y Corea del Norte iluminaba los cielos con su propia luz roja — expertos retuvieron colectivamente el aliento cuando el transbordador espacial Discovery despegaba en medio de fuego y estallidos hacia un cielo de Florida casi despejado.

Las naves espaciales con alas, aunque consideradas altamente confiables para los estándares de la industria, han fracasado catastróficamente en dos de 115 misiones, matando a un total de 14 astronautas, incluida la primera maestra que voló al espacio. La agencia espacial ahora sitúa las probabilidades de desastre en aproximadamente uno de cada 100 vuelos.

Problemas similares han asolado a la actualización del sistema antimisiles “Star Wars” de Estados Unidos, que ahora está basado en tierra en California y Alaska, y está planeado para derribar misiles norcoreanos. Ha alcanzado a sus blancos en cinco de 10 pruebas, dijo el doctor Philip E. Coyle III, ex jefe de pruebas de armas en el Pentágono. “Esa es la buena noticia”, dijo. “La mala es que no ha habido ninguna intercepción exitosa durante cuatro años. Y en los dos intentos más recientes, el interceptor nunca despegó de tierra”.

Bush, al preguntársele el viernes en conferencia de prensa sobre el disparo del misil de Corea del Norte, dijo que pensaba que el sistema antimisiles de la nación “tenía una probabilidad razonable de derribarlo”.

En cuanto a las ojivas, Corea del Norte ha declarado públicamente que ya posee armas nucleares. Pero Agnew, el ex director de Los Alamos, señaló que los norcoreanos parecen no haber realizado nunca una prueban nuclear; a menudo considerado un paso necesario para probar la confiabilidad del arma. “Una vez que hagan eso, será algo grave”, dijo. “De otro modo, simplemente nos están manipulando”.

Las agencias de espionaje estadounidenses han dicho a Bush que creen que Corea del Norte ha producido suficiente combustible para seis o más armas, pero es poco claro si ha sido usado para ojivas.

Agnew señaló que si Corea del Norte tuviera éxito en desarrollar una ojiva confiable enfrentaría una serie intimidante de obstáculos técnicos al prepararse para lanzarla. “Hay muchas sutilezas en el aparejamiento de un misil y una ojiva que pueden afectar la precisión”, dijo de dar en el blanco a larga distancia.

Los misiles tienen también la desventaja inherente de anunciar de donde salen. Si los norcoreanos realmente quisieran causar estragos enviando un arma nuclear al exterior, dijo Agnew, podrían considerar cargarla en un bote que pase inadvertido. “La mayoría de nuestros blancos atractivos”, declaró, “están en la Costa Este”.

Anthony H. Cordesman, analista militar del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, estimó que los norcoreanos podrían necesitar cinco años para perfeccionar un misil de largo alcance. Su ojiva, añadió, probablemente sería de un tipo de átomo burdo en vez del tipo de hidrógeno mucho más destructivo que forma parte de los destructores de ciudades de la mayoría de los arsenales globales.

“Parece muy dudoso que Corea del Norte esté cerca de una capacidad del mundo real para atacar a Estados Unidos”, dijo.

McDowell de Harvard estuvo de acuerdo. “Quizá pudieran hacerlo dentro de cinco años, pero eso depende de cuán frecuentemente realicen pruebas”, dijo. “Pasarían entre cinco y 10 años antes de que yo empezara a preocuparme, incluso un poco”.

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