El fraude perfecto y la dictadura de partido

El fraude perfecto y la dictadura de partido

Las recientes elecciones demostraron que la democracia dominicana fracasó y por lo tanto habría que buscar otra modalidad para establecer gobiernos que respondan a la voluntad popular, de no corregirse las violaciones a la Constitución y las leyes como ha primado hasta el presente.

 No es posible que a los ojos del mundo y sobretodo de los países que tienen grandes inversiones en el país y ejercen, aunque no se quiera, una gran influencia en los gobiernos y grupos de poder local, que permitan que el gobierno abuse flagrantemente, irrespetando la Constitución y las leyes y utilice los fondos públicos, expresado por el presidente Fernández, de que gastaría más de 40 mil millones de pesos en la recién pasada elecciones, regalando dinero, alimentos, electrodomésticos; comprando dirigentes y todo cuanto habría que hacer, para que los miserables del país retorcieran su voluntad y quedarse con el gobierno.

 Y digo de los países con inversiones, porque si se busca otra modalidad para establecer un gobierno que represente la voluntad popular, vienen como lo han hecho anteriormente con 42 mil marines y un grupo minoritario de militares de otros países a detener el triunfo del pueblo. Y que no me digan que los tiempos han cambiado, porque han intervenido últimamente en Iraq y Afganistán y después de las próximas  elecciones en los Estados Unidos, invadirán sin lugar a dudas a Irán.

 No es posible que los observadores internacionales vengan al país a hacer turismo electoral, y luego digan que todo está bien, cuando en realidad vieron con sus propios ojos y retrataron a la policía electoral proteger a los compra cédulas del gobierno,  a la guardia hacer redadas en los barrios pobres, colocar a jóvenes boca abajo apuntándoles con sus fusiles con el objetivo de que no fueran a votar y cuantas truchimanerías y trampas para lograr la victoria.

 Se debe bautizar las elecciones pasadas como el “fraude perfecto”. Esto así, porque la compra de cédulas o de todos los funcionarios de una mesa electoral no se puede demostrar, pero sabemos todos los que vivimos aquí que eso sucedió. ¿Cómo podemos demostrar que la guardia hacía redadas y quitaba cédulas para evitar que los jóvenes fueran a votar?

 Definitivamente, se instauró en el país una dictadura de partido con el dominio absoluto de todos los poderes del Estado. Y, me pregunto, ¿Si todo lo narrado aconteció en el 2012, qué no acontecerá en el 2016, con cuatro años más de acumulación de dinero y mayor impunidad de la que existe hoy día? ¿Alguien puede creer que jugando a la democracia que no es más que el convencimiento a través de la palabra y el comportamiento de los partidos y líderes para que la mayoría de las personas voten por tal o cual candidato o partido; se podrá competir con igualdad de condiciones como sucede en los demás países democráticos?

 Considero que la modalidad para llevar a esta dictadura de partido a la legalidad es con la movilización popular permanente, demandando las necesidades prioritarias de la nación y que no se despilfarre  los fondos públicos como hasta el momento ha sucedido. Habrá que demandar el equilibrio de determinados poderes del Estado y la imparcialidad por lo menos de la justicia dominicana y la Junta Central Electoral.

 Tienen que comprender que más de la mitad de la población votó en contra de la política actual pero que el gobierno retorció la voluntad popular.

 Finalmente, el liderazgo por la democracia habrá que construirlo dirigiendo las necesidades y deseos del pueblo dominicano a tener un futuro mejor.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas