Tuvimos el gran honor de ser invitados la pasada semana por la Universidad San Francisco de Quito, Ecuador, la (USFQ) a dictar una conferencia y participar en un simposio junto aasistentes internacionales sobre el dejar de fumar. Cardiólogos, internistas, psiquiatras, salubristas, oncólogosy neurólogos de toda América participamos en dicha actividad. El colega Dr. Eduardo Arizaga, de Ecuador, y un servidor fuimos quienes participamos como neurólogos. En la actividad se enfocó el tema de los daños de la nicótica y de los riesgos de adicción que produce. Nos tocó hablar de las condiciones en el cerebro que producen adicción y de las áreas que nos inducen a hacernos adictos a las cosas placenteras: al sexo, la comida, al trabajo, a las sustancias prohibidas, al alcohol y al tabaco.Por otro lado, aprovecho para compartirles que cada vez que viajo a un país que no conozco, mis visitas obligadas son: a su sala de arte más importante, su librería principal y a su restaurante más prestigioso. Tuve la dicha de hacer las tres cosas en esta visita a la hermosa ciudad andina.
El cerebro, por supuesto es más que un órgano de recompensa. Alberga la maquinaria del pensamiento, evaluación de riesgos y control del deseo desbocadomás sofisticado que ha creado la evolución. Importante entender: ¿Por qué las ansias de consumir y los hábitos tóxicos y las adicciones se imponen a la razón, a las buenas intenciones y la conciencia del precio de la adicción? Hago el compromiso de «conversar» en detalles de lo expuesto en mi conferencia sobre las áreas cerebrales que participan de la adicción, pero deseo hablarles de Quito y su pintor emblemático, Guayasamín. Quito está situada entre unos cerros de la cordillera de los Andes, a 2,800 metros sobre el nivel del mar. Para los indios es una vieja ciudad porque fue fundada en la leyenda de los shiris, mito que todavía hoy se discute, sin embargo, se acepta que es una ciudad joven fundada por Sebastián de Benalcázar en el siglo XVI. De la ciudad Chola (la mezcla del indio con español), de esa ciudadela queda en sus piedras, en sus iglesias, en sus calles tortuosas, toda la historia de un coloniaje que duró más tres siglos. Es necesario hacer notar que en esta ciudad con esa mezcla del indio y el español, el sol brilla con una fuerza extraordinaria que contrasta con lo pardo del hombre y con lo helado de los páramos y del altiplano. Por eso quizás en la plástica ecuatoriana surge la paradoja del color vivo y brillante con lo tétrico y turbio de la figura humana.
Subí a Bella Vista, una hermosa colina desde donde se divisa toda la ciudad de Quito a la Capilla del Hombre- Este es un hermoso edificio circular, museo de arte que recoge gran parte de la producción pictórica del prominente artista del pincel Oswaldo Guayasamín edificado al lado de la casa donde vivía el insigne artista del pincel y en él disfruté de numerosas obras de distintos formatos. Al volver a ver su producción sentí que él como cholo sintió la angustia doble de su espíritu libre con su desasosiego que al final apunta hacia una reprimida rebeldía. Los críticos y coleccionistas, los personajes mundiales consideran que la fecunda y personalísima obra de Guayasamín -cuya identidad es universalmente inconfundible- trascenderá, porque en ella está reflejada, con ira, con ternura, la imagen de «el tiempo que me ha tocado vivir», como dice el propio Guayasamín en un libro editado por el Instituto de Cooperación Iberoamericano de España.Este artista fue pintor de númerosos personajes contemporáneos, escritores, artistas, políticos como Juan Bosch, Neruda, Gabriela Mistral, Gabriel García Márquez, el rey Juan Carlos, de España, Carolina de Mónaco y muchos más. Como todo hombre superior se sobrepuso a las mezquindades, a aquello de que árbol que da mucha sombra ha de temerle a la envidia.El mismo plantó el pino situado entre el patio de su casa y la Capilla del Hombre, la sala amplia de exposiciones de sus obras principales y allí está su tumba. De las ricas exquisiteces culinarias disfrutadas en Quito estuvo el restaurante Marcus, donde degustamos desde ensalada Lyonesa, Sopa Vichyssoise, lengudo envuelto en langostinos y pera Bella Helena, luego en el restaurante De la Llama, con la típica fritada y el locro, pero ese es otro conversatorio.
Cuando el amable lector esté leyendo estas líneas estaremos en la ciudad de Dubái, participando del XXIV Congreso Mundial de Neurología, revisando lo más actualizado de la especialidad, de lo que de manera lógica luego conversaremos.