POR NELLY RAMÍREZ
Kung-ji-fa-choi, feliz año nuevo en chino, era el saludo de los propietarios del restaurante Salón de Té a sus invitados a la celebración del Año Nuevo Chino, que este año corresponde al gallo.

Durante la velada los presentes, además de degustar variedades de platos originarios de la gastronomía oriental, participaron de los ritos realizados, entre éstos la danza del dragón, fuegos artificiales y el lanzamiento de los montantes que liberan las energías negativas.

Para la ocasión se ofreció un menú especial con cuatro opciones para degustar, tales como: langosta Shanghai, jaivas chinas y berenjenas en centolla.

De acuerdo al calendario chino, el año del gallo representa un vaso vacío, un tonel de madera preciosa donde se fermenta el buen vino. Está asociado con celebraciones, felicidad y gratitud por los sucesos y prosperidad.

Simboliza, igualmente, la vuelta a la cordura y a la sensatez; el gallo es para los chinos y todos los orientales, el animal que anuncia un nuevo día, el que marca el comienzo de una nueva era, así como un nuevo mañana lleno de optimismo y entusiasmo. Es sinónimo de valentía e inteligencia, por lo que de acuerdo a la mitología china éste año será de grandes proyectos y aventuras.

Por ser el primer animal que despierta a los demás para trabajar y para mandar, según la tradición china, representa cinco virtudes: sociabilidad, disciplina militar, coraje, generosidad y confiabilidad.