El gasto en educación

El gasto en educación

La Ley de Educación dice que el “gasto público anual en educación”  debería ser el 4% del PIB estimado para el año corriente. Adicionalmente, la Ley de Educación Superior establece que la inversión pública en ese nivel educativo no deberá ser inferior al 5% del Presupuesto de Ingresos y ley de Gastos Públicos.

No queda claro si el 4% del “gasto público anual en educación” incluye o no el 5% del presupuesto que debe ser destinado a la educación superior. En todo caso el 5% del presupuesto total debería andar entre 18-17 mil millones equivalentes aproximadamente al 1% del PIB.

Si se asume que el 4% incluye todo el gasto en educación que realiza el Estado, entonces la clasificación presupuestaria que serviría de referencia para este cálculo sería la “clasificación funcional”. Es decir, el gasto que realizan todos los ministerios, incluyendo la educación superior, las fuerzas armadas, salud, etc. Además de todos los tipos de gastos, como en personal, infraestructura (la extensiones de la UASD), materiales y suministros y otros más.

El gasto que realiza el Ministerio de Educación, se registra según la “clasificación institucional” y es una fracción del gasto “funcional”. En los últimos 5 años ha sido el 84% del gasto total en educación.

El gasto funcional en educación ha tenido dos grandes picos desde 1978 hasta el 2010. En 1979 alcanzó el 2.43% del PIB, se derrumba en el ochenta hasta 1990 con 0.76% y en la década del noventa asciende hasta un máximo en 2002 de 2.54%, declina por efecto de la crisis bancaria y se recupera para mantenerse en la vecindad del 2.2% entre 2007 y 2010.

El gasto del Ministerio siguió una trayectoria parecida. El mayor gasto fue en 1979 con 1.95% del PIB, declinación en la década siguiente y recuperación en la década del noventa con un pico en 2002 y 2009 con 1.89%  del gasto total. En los últimos tres años ha estado en 1.86% del PIB.

Para alcanzar el 4% habría que prácticamente duplicar el gasto.

También es necesario hacer arreglos administrativos para mejorar la eficiencia del gasto, ya que el país no solamente es el que menos gasta sino que además es, el que menos resultados de calidad alcanza dado el gasto por estudiante.

Si en 2012 se aplica el 3% del PIB a la “función educación” habría recursos por RD$69 mil millones y el Ministerio tendría recursos por RD$58 mil. En 2013, el gasto total de educación debería alcanzar el 4% y el monto sería RD$100 mil millones mientras que el presupuesto del Ministerio sería RD$85 mil, aproximadamente.

En síntesis son dos prioridades: gastar más en educación pero también gastar mejor.

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