Hoy se cumple el 160 aniversario del deceso del general José de San Martín y Matorrás, a los 72 años, en Boulougne Sur Mer, Francia, libertador de Argentina y Chile, y proclamar la independencia del Perú.

Su desprendimiento absoluto por los bienes materiales lo parangona con el general Simón Bolívar, que independizó a Venezuela, Colombia, Ecuador y pronunció el Alto Perú, hoy Bolivia, con la secundación heroica del mariscal Antonio José de Sucre, asesinado vilmente en la emboscada de Berruecos.

En la famosa entrevista de Guayaquil la noche del 26 al 27 de julio de 1822 entre San Martín y Bolívar, selló para siempre la presencia en suelo americano de San Martín, que partió al exilio primero a Southampton, Inglaterra y final a Boulougne Sur Mer, porque San Martín sostuvo la tesis de que los países recién liberados no entendían la democracia, tesis opuesta por Bolívar, que interpretó lo contrario, para culminar con la premonición de San Martín.

San Martín prefirió el exilio ante la confrontación con otro paladín de las libertades como fue Bolívar y jamás consintió desenvainar su sable curvo por diferencias partidarias, postulando la unidad y la hermandad americana.

Evocar al general San Martín y a al general Bolívar es convocar a la unidad, y el conjunto se arracima en ocasión del final del diferendo entre el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, comandante Hugo Chávez, que confraternizó el diez de este mes, en ocasión de que el 07-08-1819 Bolívar dirigió la batalla de Boyacá que selló la independencia de Colombia, con su colega colombiano Juan Manuel Santos. Si hay pueblos hermanos de verdad en América y el mundo son Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile. Ad gloriam en honor a San Martín y Bolívar por la paz entre  Colombia y Venezuela.

Ahora Chávez y Santos deben culminar 40 años de guerra con las FARC.