El generalísimo libertador: Francisco de Miranda

El generalísimo libertador: Francisco de Miranda

Sin temor a equivocación, se podría afirmar aquí, allí, allá, allende y acullá, que el venezolano Francisco de Miranda en el mundo ha sido el hombre que más uniformes militares de distintas naciones ha vestido. Miranda fue el precursor de la independencia de la América del Sur.

Y hay quienes se atrevan a afirmar que el Libertador Bolívar fue el responsable de que el “Precursor”, como prisionero cayera en manos de los españoles. Y de esto volveremos a hablar.

Miranda el internacionalista vistió el uniforme de coronel del ejército inglés. En Rusia el andariego Miranda fue mariscal de las milicias de la nación que fundara el enérgico Rurik. En Rusia Miranda vistió el uniforme de mariscal. Él fue, además, favorito de la zarina la grande Catalina, la cual por algunos fue nombrada “el grande”. Catalina también tuvo por favorito a Potenkín, el fundador de Sebastopol.

En El Arco de Triunfo del Carrousel en París, el único extranjero que figura como general de la revolución francesa de l789 es el venezolano Francisco de Miranda, evolución que según Santos Chocano “sobre la cumbre de la historia clavó un faro de luz: ¡La Guillotina!”.

Pero muy cierto resulta que nadie puede ser considerado feliz hasta el día postrero. Así tenemos que el extraordinario Miranda, en Venezuela su patria cayó prisionero de los españoles. Y para colmo, algunos se atrevieron de culpar de esa prisión a Bolívar. Los captores lo mandaron para España. Y allí fue “zabullido” en una celda, de la infernal cárcel llamada “La Carrara de Cádiz”. En esa terrible prisión murió Francisco de Miranda. Y sus restos mortales nunca han podido ser llevados a su patria.

Siempre se ha asegurado que cuando el “Generalísimo Precursor” de la independencia venezolana dejó de existir en la terrible “Carrara de Cádiz”, fue arrojado a un horrible muladar a un pútrido basurero. Más bien a un pudridero.

En su Patria, en la fraterna Venezuela, yo personalmente nunca lo he visto, pero me habló de eso un amigo que se enorgullecía de ser reconocido y proclamado como un hombre asazmente veraz. Él era Fidencio Cristóbal Garris y Rodríguez, una gloria auténtica de la locución dominicana de altura. El lamentablemente ya desaparecido amigo Garris fue quien me hizo saber de un regio cenotafio que en Caracas le erigieron a su glorioso “Generalísimo Libertador”. En el fúnebre monumento se hace notable que la tapa del cenotafio está levantada y sostenida por aguzado pico de un cóndor que aguardando está que los restos aparezcan, para que la tapa sea colocada en el correcto y apropiado lugar. Pero tal parece que la espera será infinita, porqué, porque para siempre desaparecidos se deben considerar los despojos mortales del Generalísimo Libertador Francisco de Miranda.

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