El gigantismo de la Cámara

El gigantismo de la Cámara

Desde hace un buen tiempo el gigantismo de la Cámara de Diputados y la necesidad de contenerlo es tema en la agenda pendiente de reforma política. De reciente, la idea ha venido tomando fuerza al punto de considerarse una de tres opciones: congelar la cantidad actual de diputados, fijar la cantidad  en 150 y, menos aún, limitarlo a sólo 120 miembros.

La Cámara hoy día cuenta con 178 miembros y, si nada se hace, para las congresuales del 2014 –no en las del 2010, como se argumenta- se deberán adicionar alrededor de unos 20 diputados, lo que empujaría a un gran total de 198.

En el sistema vigente la cantidad de integrantes de la Cámara de Diputados y regidores de los ayuntamientos municipales se calcula en base a los datos del último censo nacional de población que se levantan decenalmente. Para el 2010 tan solo habrá transcurrido ocho años del anterior realizado en el 2002. El próximo debería ser en el 2012.

La Constitución establece que los diputados se eligen con base a las provincias y en el Distrito Nacional y fija la proporción de uno por cada 50 mil habitantes o fracción de más de 25 mil. Para aquellas provincias (14) cuyas poblaciones son inferiores a los 75 mil habitantes, le corresponde elegir de todas maneras dos diputados. En términos reales la proporción población-diputado se ha movido de 41,177 habitantes (en 1963) a 48,104 (en 2006).

Congelar la cantidad actual de diputados carece de sentido. De hecho está frisado hasta el 2014. Si bien sería la decisión más “cómoda e indolora” para los partidos atendiendo a las infinitas presiones y demandas de cargos, no significaría cambio alguno. Las otras dos opciones resultan más atendibles.

Fijar la cantidad  de 150 ó 120 diputados significa aumentar la relación habitantes por diputados. En efecto, de acuerdo al resultado definitivo del VIII Censo de Población del 2002, esta sería de 57,084 habitantes (en el caso de 150) y 71,355 (para 120 miembros). Estadísticamente, por consiguiente, las 14 provincias de menor población estarían por debajo de de esa proporción. Con el aumento de la población nacional la proporción sería mayor.

Si bien se han hecho sofisticados análisis para determinar cuál es la cantidad  funcional y eficaz para que una Asamblea Legislativa sea potencialmente más eficiente, atendiendo a factores tales como la población, territorio, sistema de partidos, diversidad cultural y clivajes, lo cierto es que su fijación es asunto de carácter político. Quizás la reducción pueda servir de algo.

Determinar una cantidad  fija de diputados es relativamente fácil a nivel constitucional. No hay que usar una fórmula complicada. Una simple puede ser la que sigue:

“La Cámara de Diputados estará compuesta por 120 miembros elegidos por el principio de representación proporcional y el sistema de lista. Cada vez que se celebre un censo nacional de población, la Junta Central Electoral determinará por provincia y para el Distrito Nacional, la proporción de la población que corresponderá por cada diputado”.

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