BRASILIA.  Agencias. Brasil tomó su medida más audaz hasta el momento para contener la apreciación de la moneda local al instaurar ayer un requerimiento de reservas sobre las posiciones de los bancos en moneda extranjera, en un intento por reducir la especulación cambiaria.

La decisión tuvo lugar sólo días después de que el ministro de Hacienda, Guido Mantega, dijo que el nuevo Gobierno actuará para proteger a los exportadores locales pero que no planeaba nuevos impuestos sobre inversiones extranjeras u otros controles de capital, a menos que el real se apreciara más.

De aquí al 4 de abril, los bancos tendrán que asegurarse que sus posiciones totales en corto en divisas estén o por debajo de los 3.000 millones de dólares o del valor de su propio capital de referencia. El Banco Central instauró un requerimiento de reservas equivalente al 60 por ciento de cualquier nueva apuesta contra el dólar. La inesperada decisión hará más caras las apuestas de los bancos contra el dólar y tuvo lugar después de que las posiciones cortas en dólares, una apuesta de que el real se fortalecerá contra la divisa estadounidense, subieron a su máximo nivel histórico a fines de diciembre.

La moneda de Brasil se debilitó en el mercado de futuros tras la medida, con el contrato de futuros del real de fecha próxima desvalorizándose un 0,51 por ciento.

«Debería tener un efecto evidente sobre la moneda. El Gobierno ha estado indicando que no está contento con el real cerca de 1,65 (por dólar)», dijo Luciano Rostagno, estratega jefe de CM Capital Markets en Sao Paulo.