El director de Migración, Miguel Vásquez, dijo ayer que el gobierno consideraría detener temporalmente las repatriaciones de haitianos indocumentados tomando en consideración la situación de inestabilidad en ese país, pero aclaró que la decisión final en este sentido debe adoptarla el presidente Hipólito Mejía.

Entrevistado en el Palacio Nacional, Vásquez confirmó que la petición de detener las repatriaciones fue presentada formalmente al gobierno dominicano en la Cancillería y que el miércoles representantes de las Naciones Unidas y del Servicio Jesuita de Refugiados, un organismo de la Iglesia Católica, se reunieron con el canciller Frank Guerrero Prats y que luego lo harían con él.

Adelantó que será después de este encuentro y de una audiencia con el presidente Mejía, cuando se estaría en condiciones de tomar una decisión a este respeto a las repatriaciones de haitianos.

“El Canciller se ha reunido con esas personas, pero hemos seguido nuestro trabajo normal”, dijo Vásquez.

Entiende que la situación en Haití es “bastante delicada”, pero advirtió que “se están tomando las medidas que deben tomarse”.

Vásquez dijo que una medida de esta naturaleza podría ser considerada si las autoridades dominicanas entienden que “peligra la vida” de estas personas.

“Pero si no peligra, yo no veo razón (para suspenderlas)”, dijo Vásquez.

“Pero nada es imposible, todo es posible, pero tampoco queremos festinar este asunto, porque también está la seguridad y la soberanía de nuestro país”, expresó Vásquez.

En condiciones normales, las autoridades dominicanas están repatriando entre 3,500 y 4,000 haitianos indocumentados, dijo Vásquez, quien insistió en que hasta la fecha esos operativos se mantienen vigentes.

El padre José Núñez, del Servicio Jesuita de Refugiados, planteó el miércoles al gobierno que “por razones humanitarias” se detengan las repatriaciones de haitianos.