LA PAZ (AP) El gobierno enfrentaba ayer una severa crisis institucional por la decisión de los magistrados del Tribunal Constitucional de no acatar una resolución promovida por los diputados oficialistas que los suspende de sus funciones.
Por su parte, el líder opositor y ex presidente Jorge Quiroga (2001-2002) denunció ante la prensa que el gobierno intenta el linchamiento del Tribunal para establecer un régimen totalitario, y acusó al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, de no preocuparse por la democracia boliviana, pese a sus denuncias de que ella está en riesgo.
El vicepresidente de la nación y presidente del Congreso, Alvaro García, decretó cuarto intermedio hasta el miércoles en el Legislativo, donde en la víspera protagonizaron una batalla campal decenas de diputados opositores y oficialistas.
Los opositores defendieron a los cuatro de cinco magistrados procesados y se apoderaron de la testera.
Al no poder retomarla en la trifulca, los oficialistas sesionaron en otro recinto y aprobaron la acusación contra los magistrados planteada por el presidente Evo Morales, por prevaricato. De inmediato, los magistrados rechazaron.