El gobierno de Leonel: ¿por dónde anda?

El gobierno de Leonel: ¿por dónde anda?

REGINALDO ATANAY 
Nueva York. Las expectativas de que el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tuviera un ejercicio ejemplar; correctivo, esperanzador y práctico, se han ido disminuyendo al paso de los meses; y en vez de que se produzcan soluciones, luce como que los problemas se mantienen; y también, que van naciendo otros problemas, para entorpecer más aún la cosa.

Y no se puede alegar aquello de que «todavía es temprano». Pues el gobierno lleva ya nueve meses de existencia, y el gobierno que tuvo el fundador del PLD, Juan Bosch, sólo duró siete meses, y de dicho gobierno se cuentan maravillas. ¿Verdad que sí? ¿O no?

Se van sintiendo desencantos en la oposición.

Y en los vecindarios del partido de gobierno han estado sometiendo a secretos las inconformidades; pero son ya tantos, que se escapan hacia la vida pública, como lo acaba de señalar Luis Yncháusti, el señor que en el anterior gobierno del PLD se encargaba de pagarle dinero, por órdenes presidenciales, a vagos y revoltosos populares, «pa’que, se ten’ quietos», en vez de dejar esa tarea a las autoridades policiales, sin fomentar la holgazanería. Y la delincuencia.

Abundan los que, dentro del partido de gobierno, se sienten olvidados, cuando no menospreciados.

Se siente que el gobierno ha mantenido en su entorno a gentes que en el otro período le restaron simpatías dentro del mismo PLD, y también fuera de él.

Muchos han mantenido la calma y el silencio, mas al paso del tiempo, y al crecer la desesperación se hacen oír voces inconformes y molestas que dicen que «no fue para que se produjera esto, para lo que yo luché».

El presidente Leonel Fernández, según artículos de agencias de prensa, goza de gran simpatía en el exterior, pero dentro de su territorio, tales simpatías han ido menguando; tanto, que ello ha servido para que algunos digan que el gobierno de Hipólito Mejía, al que sucedió Leonel, «no era tan malo».

E Hipólito se regodea en su satisfacción. Y tiene razón. Tiene razón Hipólito en sentirse feliz ante la situación actual, porque los del gobierno, parece, pretendían humillarlo con interrogatorios judiciales, y a última hora se metieron en miedo. Y desistieron del empeño.

Mejía, con ese «buster» que le dieron las ineficiencias gubernamental y judicial, se siente orondo; ha ganado puntos ante la opinión pública, mientras que el gobierno es catalogado de pusilánime, temeroso de enfrentar situaciones difíciles; de indeciso.

De acuerdo a Yncháusti (quien está empeñado en que se le celebre el juicio por la acusación que le tienen junto al ingeniero Diandino Peña, entre otros, porque quiere aclarar su situación ante la opinión pública, y parece que el gobierno no quiere, para encubrir a otros), el secretario de la Presidencia de la República, Danilo Medina «está en lo suyo», haciendo llegar dineros de los fondos públicos a algunos sectores que le interesa que estén de su lado para fines futuros. Se siente que el resquebrajamiento entre la cúpula peledeísta, y en parte de las bases, se hace más grande.

El hecho de que el ex vicepresidente de la República, doctor Jaime David Fernández Mirabal haya vuelto a la actividad política tras unos meses de silencio, da la idea de que el psiquiatra y político entiende que este es el momento de que se hagan sentir, para fines de corrección, las anomalías que puedan vibrar alrededor del presidente Leonel Fernández.

Y el ex vicepresidente Fernández Mirabal está opinando.

Se decía, a mediados de la otra administración presidencial del PLD, que Leonel le estaba haciendo «un acumulo» a Jaime David, para entorpecerle sus aspiraciones presidenciales. Y que fue así que se hicieron los arreglos para que el PRD escogiera como candidato presidencial a Danilo Medina, persona que parece ser eficiente en asuntos administrativos, pero que no administra simpatía alguna entre muchos peledeístas, incluyendo a sus coterráneos de San Juan de la Maguana.

La candidatura de Danilo a la Presidencia fue, dicen los manejadores de la opinión pública, una piedra de tamaño considerable en el camino hacia la presidencia de Jaime David. Y esa maniobra dejó el camino expedito para que luego, como sucedió, volviera Leonel a postularse, favoreciéndole en ello los errores del gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), errores esos que, en definitiva, fueron los que le dieron el triunfo al PLD, a su candidato y a grupos que hicieron causa común con lo que quería Leonel, entre ellos el Frente Independiente Leonel al Poder (FILA).

A propósito de FILA, esa organización se ha ido apagando. En Nueva York, la filial se deshizo; sus integrantes se disgustaron tanto con el candidato presidencial que auparon, que algunos de ellos han dicho: «A mí que no me vuelvan con la pendejada esa de apoyar a Leonel. Allá ellos».

Y el presidente y creador de FILA, Vicente Bengoa, se ha mantenido en silencio respecto a FILA; sólo habla de préstamos internacionales y, de vez en cuando, de cómo anda la prima del dólar estadounidense, en relación al peso dominicano, por lo que da la impresión de que FILA, en Dominicana, se está deshaciendo si es que no se ha deshecho ya. Y eso no sería raro. ¿No se están evidenciando hondas y profundas desavenencias, entre los principales dirigentes del partido en el poder?

El regreso de Leonel al poder ha servido, por ejemplo, en que se respete, comenzando con el mismo presidente de la República, la dignidad presidencial, que fue lo que no supo o no quiso hacer su antecesor.

El presidente Antonio Guzmán, por ejemplo, dio cátedra de ejercer la Presidencia, cuando tenía que hacerlo, y ser el dominicano humano, común, cuando estaba fuera de lo público; eso bien pudo hacerlo Mejía, quien se llama «hijo de don Antonio», pero su chabacanería, que en parte le fue de utilidad par alcanzar el poder, llegó luego a la exageración y el irrespeto hacia los demás, incluyendo a su propia gente, por lo que la popularidad lanzó un decreto sin firma, pero sentido: «de éste, hay que salir cuanto antes’. Y eso benefició a Leonel. Pero no al PLD.

Para la meditación de hoy: Hay «mucha tela dónde cortar» en el traje de tu vida. Tienes a mano la tijera de la corrección; de los ajustes. Del equilibrio. Tú sabes de qué pata cojeas. Aunque no te conozcas demasiado, como pretendía el filósofo, tu instinto te da a entender muchas cosas de ti mismo que a veces quieres ignorar por temor. O por haraganería. Cosas que puedes y debes corregir para tu mejor provecho, y para tu avance seguro y firme por el camino de la vida. No olvides, nunca, que andas por acá, aprendiendo, enderezando caminos que fueron mal caminados… Andas… progresando…!

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