Washington. El gobierno de Donald Trump sugirió el viernes imponer sanciones disciplinarias contra los abogados de una menor de edad extranjera e indocumentada, que obtuvo el permiso para interrumpir su embarazo mientras estaba en un centro de detención migratoria.

En una apelación de 130 páginas a la Corte Suprema, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa a los defensores de la joven de precipitar el aborto sin darle tiempo para continuar la batalla legal.

«Una sanción disciplinaria podría estar justificada» contra los abogados de la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU), una ONG de defensa de los derechos individuales que ha apoyado a la joven de 17 años, afirma el gobierno.

La ACLU lleva adelante una gran cruzada en los tribunales contra las políticas de Trump. En este caso, que se ha convertido en la primera gran batalla legal sobre el aborto bajo la presidencia del magnate, la asociación defiende a la joven 17 años, extranjera y sin papeles, identificada con el seudónimo de «Jane Doe».

La adolescente, detenida en Texas luego de cruzar ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos, solicitó un aborto en septiembre, cuando un examen médico le informó que estaba de 11 semanas de gestación.

Las autoridades le dieron a elegir entre no abortar o aceptar ser deportada para interrumpir su embarazo en otro lugar.

La ACLU tomó el caso, de gran carga simbólica por su vinculación con los derechos de las mujeres y de los inmigrantes.

El tribunal de apelación federal en Washington, en sesión plenaria del 24 de octubre, reafirmó el derecho de «Jane Doe» a realizarse un aborto.

Tras la decisión favorable, los defensores de la joven la acompañaron a interrumpir su gestación en las primeras horas del 25 de octubre, impidiendo que el Departamento de Justicia llevara el caso a la Corte Suprema el mismo día. La legislación del estado de Texas obliga a que transcurran al menos 24 horas entre la visita médica preoperatoria y la cirugía.

Los abogados del gobierno afirman que los letrados de ACLU garantizaron que la visita se llevaría a cabo el día 25 y que la intervención se haría un día después. Pero la joven fue visitada por un doctor el 19 de octubre, lo que -según ACLU- permitió que se practicara el aborto el 25 por la mañana.

La asociación afirmó este viernes que actuó según la decisión de la corte, la ley federal y la legislación de Texas. «Este gobierno ha ido muy lejos para impedir que esta mujer joven abortara.

Ahora, como fueron incapaces de impedirlo, ponen en duda nuestra actuación», denunció el director jurídico de ACLU, David Cole.

Querellantes y defensores trabajaron contrarreloj, porque Texas prohíbe interrumpir embarazos después de la semana 20. «Jane Doe» estaba de 15 semanas el 24 de octubre.

La batalla en la Corte Suprema, de tendencia conservadora, refleja la determinación del gobierno de Donald Trump a actuar en favor de las personas que se oponen al aborto, que controlan la Casa Blanca y el Congreso.

El alto tribunal legalizó el aborto en todo el país en 1973, pero desde la llegada de Trump a la presidencia se han multiplicado las restricciones sobre este derecho.