El gobierno del PLD repitiendo su hazaña

El gobierno del PLD repitiendo su hazaña

En el primer gobierno de Leonel Fernández (1996-2000), se pospusieron por largo tiempo importantes medidas de corte económico que después tuvieron que ser implementadas por el gobierno que le sucedió. La más importante de ellas fue el ajuste en la tarifa eléctrica y los combustibles, dejándole ese muerto al PRD.

Para los que tienen memoria, hasta agosto del 2000, el 70% de los generadores apagaron sus plantas por falta de pago.  

Pero eso no fue todo. Las arcas públicas estaban vacías por el despilfarro y la malversación, el fraude que cometían algunos bancos estaba en su apogeo, usando la doble contabilidad, lavando dinero y evadiendo el cumplimiento de las normas prudenciales vigentes y para colmo, en palabras de un alto funcionario del BID en un seminario en Juan Dolio durante la transición, el Banco Central estaba prácticamente quebrado.

También debemos recordar los desastres que se cometieron con la privatización del CEA y del sector eléctrico, donde hubo de todo, menos transparencia.

Este fue el escenario dejado por el PLD en el año 2000, pero que muy pocos lo recuerdan porque nunca le explotó la crisis en sus manos. Eso sucedió dos años después y eso si lo recuerdan.

Ahora está pasando exactamente lo mismo. Tratan de arrastrar la crisis hasta el final de su mandato para que le explote a otro gobierno. Hablan de que comenzarán a reducir la deuda pública a partir del 2014, para seguir expandiéndola hasta un punto que se haga insostenible para el fisco a partir del 2012. Y eso podría costarle muy caro al PRD si asume el poder ya que el pueblo no le perdonará otra crisis de grandes proporciones.

Porque aquí está demostrado que el que paga los platos rotos, no es el que los tira, sino el que tiene que recoger los desechos.

Desde diciembre pasado el Gobierno se ha visto obligado a renovar el acuerdo con el FMI cada tres meses ya que se establecen metas imposibles de cumplir por el despilfarro, el clientelismo y la corrupción que caracterizan el quehacer público. 

Cuando se ponen al día con los generadores, como lo exige el Fondo, no pasan dos meses sin caer de nuevo en atrasos sustanciales. Hablan de que aumentarán los impuestos mediante mejora en la administración tributaria mientras la brecha se sigue abriendo y el déficit aumentando a niveles muy peligrosos. Con la deuda pública pasa exactamente lo mismo.

La nueva carta de intención, que el gobierno espera sea aprobada por el FMI este mes, sigue el mismo patrón que las anteriores pero con metas más exigentes, lo que aleja la posibilidad de que se cumplan. Eso de que terminarán el año 2010 con una meta anual de cero para el saldo primario del sector público, de 2.3% del PIB, para la administración central y 3.9% para el sector público consolidado, es totalmente imposible. El déficit para la administración central está ahora en un 3.2% y posiblemente cierre el año en un 4%.

Igualmente, las metas de déficit para el 2011, que suponen un superávit primario consolidado de un 1% y de 2% en el 2012, son una fantasía, como lo es la reducción del subsidio al sector eléctrico en un 0.4%.

Pero el FMI le sigue el juego al gobierno y este lucha por ganar tiempo para evitar que le explote la crisis en sus manos y los entierre políticamente por un largo tiempo.   

Se repite la misma historia del 1996-2000, donde los platos rotos del PLD, los recogerá otro pendejo. Y el FMI apadrinando esa vagabundería. 

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