Dublín. Irlanda vota mañana para elegir a sus representantes locales y europeos en los primeros comicios desde que abandonó el rescate de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que servirá para medir el impacto de la crisis sobre su Gobierno.
Poco más de tres millones de irlandeses están llamados a las urnas para decidir el reparto de los once escaños que tiene el país en el Parlamento de Estrasburgo y de 949 puestos en las administraciones municipales.
En ambos casos se espera que los partidos que forman el Ejecutivo de coalición, el conservador Fine Gael (FG) y el Laborista (L), experimentarán significativas caídas respecto a 2009, consecuencia del desgaste sufrido tras la aplicación del duro programa de austeridad impuesto en 2010 por la UE y el FMI, que abandonó con éxito en diciembre.
Las encuestas apuntan a que los candidatos independientes y la formaciones minoritarias efectuarán importantes avances por su oposición a los recortes, un fenómeno que también beneficiará al Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).