El Gobierno rechazó ayer la condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la desaparición del profesor universitario Narciso González. El ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, cree que lo que se busca es hacerle daño a la inversión extranjera e incluso atribuyó el fallo a sectores empresariales que compiten con el país.
En tanto, la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, deploró que el país no hiciera lo necesario para investigar esa desaparición, y consideró una vergüenza la condena.
A su juicio, se debieron profundizar más las investigaciones. Dijo que se trata de un caso lamentable. Habló durante un encuentro con periodistas.
Amnistía Internacional aprovechó para pedir al Gobierno que investigue otros hechos similares.
Pese al dolor, familia celebra. Entre alegría y amargura recibió Altagracia Ramírez la noticia que la CIDH condenó al Estado por negligencia en las investigaciones por la desaparición de su marido, el 26 de mayo de 1994.
Tati, como le llaman en círculos familiares y de amigos, convivió por 22 años con el catedrático y activista social, explica que la alegría es motivada porque siente que su lucha de 18 años no fue en vano, pero la amargura aparece porque con la disposición no recupera al ser amado que le llevaron de su lado.
Alegría, porque tú dices hay un reconocimiento a nivel internacional, pero ¡a qué precio!, explicó.
Dijo que aunque esperaba la sentencia, esta le impactó, ya que la recibió por vía telefónica y tuvo que detener el vehículo que conducía por el impacto que creó en ella.
Explicó que debieron acudir a los organismos internacionales ante la falta de respuesta de las autoridades nacionales y dijo que el hecho de que su caso fuera reconocido fuera del país es de gran valor, porque es un reconocimiento al trabajo en busca de justicia por 18 años.
Espera que las autoridades cumplan con la parte de la sentencia que ordena al Estado reabrir el caso.
Ramírez considera que con la sentencia se envía un mensaje a los dominicanos de no quedarse de brazos cruzados cuando no sean resueltos sus casos en la justicia.
Para la próxima semana tendrá una respuesta oficial, luego de que se reúna con sus abogados y familia.
Agradeció el apoyo dado en este lapso por el pueblo y algunos amigos en particular que en todos los momentos la acompañaron sin importar la hora o consecuencia.
La CIDH condenó al Estado al pago de una indemnización de 395,000 dólares, equivalentes a más de 15 millones de pesos, tras ser hallado culpable de la desaparición forzada y consiguientemente por la violación de los derechos a la libertad personal, a la integridad personal, a la vida y al reconocimiento de la personalidad jurídica, en perjuicio de Narciso González (Narcisazo), ocurrida el 26 de mayo de 1994.
Su desaparición ocurrió al día siguiente de llamar en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) a iniciar un Estado de rebeldía nacional para resistir un denunciado fraude electoral que se alega favoreció al expresidente Joaquín Balaguer.
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Los traumas
Altagracia Ramírez dijo que gracias al apoyo de Secundino Palacios (siquiatra) ella y su familia pudieron superar los traumas causados por la desaparición y todo el proceso de inicios de las investigaciones. En algunos momentos mis hijos me decían que me estaba volviendo loca porque llamaba a Narciso y hubo momentos en que me acercaba a personas por la espalda y le tocaba porque lo veía a él, contó.