El gobierno suizo busca una estrategia tras decisión de limitar la entrada de europeos a su mercado laboral

El gobierno suizo busca una estrategia tras decisión de limitar la entrada de europeos a su mercado laboral

GINEBRA. El gobierno y los actores económicos suizos intentaban buscar este lunes una estrategia para hacer frente al «sí» a limitar la entrada de europeos en su mercado laboral, una decisión aprobada por referéndum el domingo, que complica las relaciones del país con la Unión Europea, su primer socio comercial.

A pesar de que los opositores a ese texto aprobado por una ajustada mayoría temen consecuencias graves, las autoridades reaccionaron con pragmatismo, una virtud muy suiza, anunciando que el gobierno presentará hacia fines de este año en el Parlamento un proyecto de ley que retomará las principales disposiciones del texto que pide «el fin de la inmigración masiva».

«Nosotros actuaremos rápidamente y en forma consecuente», declaró el domingo en Berna la ministra de Justicia Simonetta Sommaruga, en presencia de todos los miembros del gobierno.

Los analistas recordaron la votación del 9 de noviembre de 1992, cuando los suizos se opusieron a la adhesión al Espacio Económico Europeo, un desaire a las autoridades que militaban en favor de dicha adhesión.

Sin embargo, el gobierno se niega a ser tan categórico como en esa época. Entonces, un ministro suizo había dicho: «¡Es un domingo negro!», una fórmula que se hizo célebre, y que se manifestó en una década difícil para la economía suiza.

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