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El Proyecto de la Tanda Extendida que actualmente ejecuta el Gobierno del presidente Danilo Mediana a través del Ministerio de Educación tiene como objetivo el proporcionarles gratuitamente a todos los estudiantes de escuelas públicas cuadernos, libros, uniformes útiles escolares e instrumentos tecnológicos; desayunos, almuerzos y meriendas; cuidos y sanos entretenimientos; también, asistencia médica en consultorios maternos infantiles localizados en los recintos escolares o en lugares cercanos a los mismos; en fin, todo lo que un niño pudiera necesitar para crecer sano y educarse bien. El Proyecto de la Tanda Extendida envuelve toda una política de protección a la infancia como nunca antes aquí se había contemplado. En el año 2015, más de 3 mil recintos escolares de todo el país comenzaron a operar bajo esta modalidad. Y alrededor de 22 mil docentes fueron formados y capacitados para laborar en los mismos. En la actualidad, más de 800 mil estudiantes de escuelas públicas cursan estudios en recintos de tandas extendidas. Se espera que de aquí a varios años, todos los estudiantes de escuelas públicas del país reciban iguales beneficios. Dado los grandes números que comporta un proyecto tan costoso como ese, ¿lograremos remover los obstáculos que limitan su permanencia en el correr de los años? En el año 2015, 2 millones, 800 mil estudiantes de escuelas públicas recibieron 2.5 millones de raciones diarias, con una inversión de más de 9 mil millones de pesos.
Adicional a esto, el gobierno del presidente Danilo Medina continuó desarrollando un proyecto extraordinario de construcciones escolares, apoyado en recursos locales y en préstamos internacionales movilizados por órganos de poder.
En la llamada “Era de Trujillo” el desayuno escolar se reducía a un jarrito de leche por estudiante acompañado de media botella de refresco de chocolate “aguao”. En materia de nutrición escolar, hemos avanzado bastante.
El menú que hoy se sirve en las escuelas públicas es elaborado por especialistas en nutrición y por ello responde más a las necesidades alimentarias de los beneficiados. Para este año, se proyecta una mayor distribución de alimentos y un reforzamiento de los programas de asistencia sanitaria como los de atención, visual, auditiva y odontológica.
El presupuesto del Ministerio de Educación de este año se elevó de 119 mil 363 millones de pesos en el 2015 a 131 mil millones de pesos en el 2016. Para que los frutos de todas esas inversiones en educación preuniversitaria se traduzcan en provecho y en beneficio de todos, y para evitar tener que hacerles frente a engorrosos desequilibrios, es necesario que el gobierno también cumpla con las leyes 5578 de Autonomía Universitaria y con 139-01 de Educación Superior Ciencia y Tecnología en lo relativo a empleo del 5% del Presupuesto Nacional en el sostenimiento de las universidades públicas. Durante décadas, la Universidad Autónoma de Santo Domingo ha tenido que desenvolverse con menos de una quinta parte del presupuesto que por ley le corresponde. Y cada día, a la UASD le resulta más difícil atenuar los males que la afectan apelando al sacrificio y entrega de su personal docente y administrativo. No se trata solo de fortalecer un determinado modelo de universidad sino de entender que ello nos obligará a elevar nuestras capacidades y actualizar nuestros conocimientos como manera de obtener éxito en el desempeño de labores tan delicadas como la de formación de los profesionales y técnicos que el país requiere.
En otro orden de idea. Por no estar facultado para hacerlo, o por no nunca haberlo considerado, el Consejo Universitario de la Pontificia, Real y Autónoma Universidad de Santo Domingo, UASD, no le otorgó al poeta chileno Pablo Neruda un Doctorado Honoris Causa como afirma Luis Brea Franco en su artículo “Los desvergonzados, borrados de la historia” publicado en el periódico HOY en su edición correspondiente al 7 de febrero del año en curso.