El Gobierno y los juegos de niños

El Gobierno y los juegos de niños

Gobernar es, entre otras cosas, decisión, coraje, planeamiento y ejecución. Ya en plena temporada ciclónica el Gobierno anuncia que se prepara y hace todos los allantes posibles, para que sepamos que todo está listo para enfrentar los desastres que provocan las grandes lluvias, los vientos huracanados, los deslaves, las riadas, los derrumbes, los puentes colapsados, las inundaciones, las viviendas arrasadas, destruidas o semidestruidas.
Puede que haya montado un operativo, más o menos eficiente, para paliar o resolver los problemas y daños físicos que producen los meteoros de fuertes vientos superiores a las 150, 200 millas, pero seguimos en lo mismo, en el ejercicio poco responsable de atajar cuando ya es tarde, en la práctica ineficiente de resolver lo que ya es irreversible.
Siempre pregunto ¿cómo es posible que se construya una avenida principal en la ciudad y al primer aguacero la vía se llena de agua que llega a media pierna y no se pida cuenta al ingeniero o a la firma que la construyó? ¿Acaso es imposible nivelar un terreno o habrá que buscar a los niveladores de tierras de siembra de arroz?
En los desastres naturales hay un altísimo componente de irresponsabilidad gubernamental y social ¿Ha visto usted alguna protesta porque la avenida tal o cual se llena de agua cuando llueve, por falta de un eficiente y lógico sistema de desagüe? ¿Cuándo la autoridad ha intervenido para evitar la construcción de viviendas en lugares precarios tales como las laderas de los ríos?
¿Cuál ha sido el papel de las iglesias, de la sociedad civil, del empresariado, de los partidos políticos, de los sindicatos, de las organizaciones profesionales de ingenieros, barriales, estudiantiles, deportivas, en exigir que las construcciones del Gobierno tengan una terminación adecuada y un seguimiento en la operación, con responsabilidad del constructor durante cinco o seis años?
¿Cuántas escuelas han sido construidas sin los estudios de suelo correspondientes? ¿Cuándo se ha dado mantenimiento a las represas para dragar los sedimentos que disminuyen su capacidad?
En los gobiernos, siempre se ha privilegiado la construcción de nuevas obras al mantenimiento periódico y eficiente, deja más a los corruptos construir que mantener.
Dado el alto costo que tienen los desastres naturales para el país, lo que se impone es la vigilancia constante y permanente contra las construcciones precarias, en lugares y con materiales frágiles, que auguran pérdidas de vidas, de bienes.
Es bueno que los gobiernos tengan sistemas de reparación y reposición de los bienes e infraestructuras, pero más importante y eficiente es que haya sistemas adecuados de prevención permanente, prever, para no tener que lamentar. Basta ya de taparnos los ojos, tener un palo, enterrar una gallina y jugar, desde el Gobierno, a la gallinita ciega.

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