El Golfo de California, patrimonio mundial

El Golfo de California, patrimonio mundial

DURBAN, SUDÁFRICA.- El Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) incorporó el pasado julio a las islas y áreas protegidas del Golfo de California en México y al Parque Nacional Coiba de Panamá a su lista de Patrimonio Mundial Natural.

El área de las islas y áreas protegidas del Golfo de California comprende un total de 244 islas, islotes y zonas costeras ubicadas en el noreste de México. Esta área contiene el 39 por ciento de las especies de mamíferos marinos del mundo y un tercio de las especies de cetáceos marinos del mundo.

El Mar de Cortés y sus islas son considerados un laboratorio natural para la investigación de las especies. Además, en el área se registran todos los procesos oceanográficos importantes que ocurren en los océanos del planeta, lo que le brinda una particular importancia para la investigación científica.

El lugar cuenta con una gran belleza natural, formado por islas escarpadas con los altos acantilados y playas de arena, que contrastan con el reflejo brillante del desierto y las aguas color turquesa circundantes.

El parque Nacional de Coiba, frente a la costa sudoeste de Panamá, incluye a la isla de Coiba, 38 islas más pequeñas y las áreas marinas circundantes dentro del Golfo de Chiriqui.

Protegido de los vientos fríos y de los efectos de la corriente de El Niño, el bosque tropical de Coiba registra niveles excepcionalmente altos de mamíferos endémicos, aves y plantas. También representa el último refugio para animales amenazados como el águila crestada.

En total, el Comité de la UNESCO sumó en Durban siete sitios naturales a su lista y extendió la calificación de patrimonio mundial a dos lugares más.

Además del Golfo de California y el parque de Coiba, se añadieron a la lista el cráter de Vredefort, en Sudáfrica, una parte representativa de un impacto aún mayor de un meteorito de 2.023 millones de años de antigüedad; el valle Wadi al Hitan, en Egipto, que cuenta con numerosos fósiles de la subespecie más antigüa y ya extinta de ballenas, los archeoceti; y la península Shiretoko, en Japón, que cuenta con un gran número de especies marinas y terrestres, algunas de ellas en peligro de extinción.

También se sumaron los fiordos de Geirangefjord y N|ryfjord, en el sudoeste de Noruega, que se encuentran entre los más grandes y profundos del mundo, con paredes de roca cristalina que se elevan hasta 1.400 metros sobre el Mar de Noruega; y el complejo de bosques Khao Yai, en Tailandia, que alberga más de 800 especies animales, entre ellas 112 de mamíferos, 392 de aves y 200 de reptiles y anfibios.

Las extensiones fueron otorgadas al Parque Nacional Valle de las Flores en India y al archipiélago volcánico de Saint Kilda, en Gran Bretaña. La 29 sesión del Comité se extendió hasta el 17 de julio con la inscripción de patrimonios culturales en la lista del Patrimonio Mundial. (DPA)

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