El grado de penetración
del narcotráfico

El grado de penetración<BR> del narcotráfico

El destape tan notable que ha sufrido el narcotráfico, desde la incautación de aquellos millones de dólares, de vehículos, apartamentos, relojes, etc. a un prófugo boricua, que por más de diez años compartió, ayudó e hizo negocios con lo más granado de la sociedad civil y militar dominicana, ha disparado todos los botones de alarma para dejar al desnudo a una sociedad indefensa y sin medios para combatir tan terrible mal.

Luego, el asesinato del día de Nochebuena de un policía a mansalva e impunidad, atemorizó a las autoridades, con algunas involucradas de cerca con el negocio de las drogas, que en frenéticas reuniones, interrogatorios, pesquisas, allanamientos y detenciones quisieron dar la apariencia de que sabían lo que tenían entre manos. No dieron su brazo a torcer de estar dando palos a ciegas, improvisando y confundiendo con declaraciones, fruto del protagonismo mediático de funcionarios que han buscado minimizar y quitarle gravedad de que en el gobierno hay sectores involucrados en el negocio de las drogas.

Desde el famoso caso Paya, con oficiales de la Marina de Guerra involucrados al negocio de las drogas sirviendo de protectores, transportadores o de sicarios, no se había vuelto a estremecer el país con lo ocurrido en septiembre pasado en la torre Alco Paradissus, manteniéndose en la atención del país todo lo relacionado al caso, provocándole dolor de cabeza a los hacedores de imagen del gobierno que no han podido desviar la atención mediática pese al triunfo de Martha Heredia o que el Escogido participó en el round robin.

La sociedad civil y militar tiene sectores muy gangrenados y con gran poder, don de las riquezas obtenidas con el narcotráfico permite dispensar protecciones muy apreciadas que llevan a los traficantes utilizar con más discreción al país como puente para el trasiego de las drogas. Incluso el informe del pasado lunes 11 dejó claro que el cáncer no se ha extirpado y fue simplemente un curetaje a la espera que haga metástasis.

Parece que el escándalo del narco boricua y sus bellas mujeres involucradas no se diluirá tan fácilmente como esperaban los manipuladores gubernamentales que buscan otro escándalo para reemplazar al que está de moda. Han querido hacerlo con este caso y la opinión pública se resiste a dejarse manipular, ya que se percibe de los poderosos involucramientos que amenaza con derribar muchos santos de los altares.

Incluso el caso de Quirino, que todavía ocasiona temores en algunos sectores sociales, no tiene las repercusiones del caso actual del boricua, ya que éste se desenvolvía a muy alto nivel social, codeándose en exclusivos resorts de lujo con lo que más brilla en la sociedad criolla, deslumbrada por la belleza de las mujeres acompañantes del boricua y su atractivo don de gentes para recibir favores o dispensarlos a raudales, para darle continuidad a esa maquinaria del crimen.

El arrollador avance del afán de riquezas de los sectores enquistados en los estamentos civiles y militares de los gobiernos, le han dado seguridad a los narcotraficantes, y con su inmensa riqueza, atraen colaboraciones para la buena marcha de negocio que se evidenció de cómo naves de la Marina de Guerra sirvieron de escolta y de transporte de embarques de drogas arrojadas al mar frente a las costas de Baní y de la Bahía de Las Calderas, donde existe una base naval.

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