En política como en muchas otras actividades, los cálculos no siempre se hacen correctamente y los resultados pueden ser contrarios a lo esperado. Que las cosas no salgan como se pensaban. Sobre todo cuando las medidas o las acciones se toman cargadas de presiones o pasiones. Sin la debida mesura que demandan las circunstancias. Es el caso del PLD y la salida de Leonel Fernández para buscar una posible tercera vía electoral, faltando poco tiempo para el proceso.
Según se ven las cosas, el PLD hace todo lo posible para que la candidatura de Leonel no sea aceptada por la Junta Central Electoral, en la creencia de que podría restarle votos en las elecciones. Partiendo, según ese cálculo, de que los peledeístas, aún los que se han ido o puedan irse más adelante, votarían por ellos; o sea, por Gonzalo Castillo, y no por el candidato de la oposición con más posibilidades, que lo es Luis Abinader.
Sin embargo, lo más probable es que lo que más podría convenirle al PLD es que la candidatura de Leonel Fernández sea aceptada, y se pueda dar una participación electoral entre tres fuerzas que impidan una barrida de la oposición en primera vuelta. O sea, como única vía posible, viéndolas lógicamente como están en este momento, de que puedan aspirar a una segunda vuelta.
Porque los dominicanos que han dado muestras de que no gustan de una segunda vuelta, podrían volcar los esfuerzos para que dicho proceso termine en primera vuelta y le den el voto a Luis Abinader en las elecciones de mayo.
Esto quiere decir, que el PLD podría estar en este momento en un verdadero dilema para decidir, si le conviene que le den paso a Leonel como tercera fuerza electoral, o si se arriesgan a tomar el camino de perder en primera vuelta.
Algunos piensan que al PLD le convendría que Leonel no sea aceptado, partiendo de que, ante las candidaturas de Luis Abinader y Gonzalo Castillo, la mayoría de los peledeístas, aún disgustados o separados, se decidirían por el candidato peledeísta. Pero ese cálculo podría igualmente ser erróneo, porque dependen de muchos imponderables.
Porque bien podría ocurrir, que el disgusto entre los separatistas, o quienes formaron tienda a parte sea tan grande, que se inclinen por Luis Abinader. Ya que para ellos, el verdadero candidato de la oposición no lo sería Luis, sino el que causó o provocó la separación dentro de su partido.
La realidad es que tendremos todavía un proceso lleno de suspenso, mientras los organismos electorales decidan definitivamente si aceptan o no la inscripción de la candidatura de Leonel, y que harían ante esa situación. Eso está por escribir.
Pero mientras tanto, el PLD atraviesa por una situación difícil o especial. En la cual, el propio Leonel podría ser su tabla de salvación. En virtud de que esa tercera vía podría convertirse en receptáculo capaz de arrastrar votos peledeístas disgustados, pero también de votos de ciudadanos no inscritos o afiliados en partido alguno y prefieran desahogar inconformidades por esa vía. tabasa1@hotmail.com