El gran empuje de la economía india Cómo entender el empuje de la  emergente economía india

El gran empuje de la economía india Cómo entender el empuje de la  emergente economía india

La India ha pasado en apenas dos décadas de ser considerada el “enfermo de Asia” a una de las economías emergentes con más futuro.

Esa economía tiene una gran capacidad productiva y una increíble expansión de servicios, pese a que muchos de sus habitantes siguen anclados en una economía de subsistencia. Los economistas predicen que al ritmo actual de crecimiento, India se convertirá en el año 2050 en la tercera economía mayor del mundo y hacia 2020, en el país más poblado de la Tierra. Sin embargo, para que logre esto y, a su vez, alcance una posición más influyente en el contexto internacional, necesita enfrentar grandes desafíos políticos y económicos.

Según Pavan Varma (2006) en “La India en el Siglo XXI”, en los últimos tiempos la India se está configurando como el otro gran gigante emergente del continente asiático y de la economía mundial. La mayor democracia del planeta, con unos 1,100 millones de personas, superará en población a China dentro de 25 años. Su crecimiento económico se ha acelerado desde 2003, y actualmente su tasa supera el 8%, gracias a la demanda interna, las exportaciones, y a la entrada de capitales extranjeros. Lo que ha distinguido al país es que su patrón de crecimiento está basado en el desarrollo de los servicios, frente al modelo industrial de los tigres y dragones del sudeste asiático. La cuestión hoy es dilucidar si en India, al igual que en China, se darán las condiciones necesarias para poder seguir creciendo a tasas superiores al 8% anual durante mucho tiempo.

Desempeño económico. La historia económica de la India se puede dividir en términos generales en tres períodos: El primero de ellos, que se denomina precolonial, abarca hasta el siglo XVII. La llegada de la colonización británica significa el comienzo del segundo, extendiéndose hasta el control de la revuelta por parte de los británicos en 1857 y finalizando con la independencia de 1947.

 Fue esta independencia la que pudo dividir el Raj británico en tres Estados: India, Pakistán y Bangladesh. El tercer período se extendió desde 1947 hasta el presente. Ya desde su independencia, la India ha intervenido en cuatro guerras contra Pakistán y una contra China. Así, iniciando una economía de ideas socialistas en los 50 y copiando una inspiración soviética ya abandonada, la India mantiene todavía en su economía sus llamativos “Planes Quinquenales”. Es por eso que al darse la salida de los británicos, la India ha ido progresando lentamente. Sin embargo, las reformas económicas adoptadas a principios de la década de 1990 fueron las que impulsaron el crecimiento económico de la India, convirtiéndola hoy en una nación emergente y de gran potencial.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía india obtuvo una tasa de crecimiento promedio de 5.6% entre 1991 y 2000 y de 7.2% entre 2001 y 2009. La India creció por encima de 9% entre 2005 y 2007, cayendo a 5.4% en 2009. Pero, más recientemente, la fuerte manufactura, así como los servicios ayudaron a la economía a romper los pronósticos de crecimiento, al obtener un 7.9% anual en el primer trimestre de 2010, muy por encima de sus expectativas. Es claro que el óptimo desempeño económico de la India durante los últimos años se ha debido al robusto crecimiento industrial y también a la fuerte demanda de inversión. Eso se destaca, si notamos que a pesar de sus altas tasas de crecimiento, la economía no presenta grandes desajustes macroeconómicos. La inflación viene rondando el 8% y el déficit por cuenta corriente no alcanza el 3% de su Producto Interno Bruto (PIB). Al mismo tiempo, el fuerte rendimiento ha sido guiado por las medidas de estimulo fiscal del gobierno para contrarrestar los efectos de la crisis financiera global. Las corporaciones siguen invirtiendo, los consumidores siguen gastando y los inversionistas extranjeros siguen inyectando dólares. Por ello, la confianza de las empresas y de los consumidores se mantiene al alza. También las expectativas de un mejor progreso agrícola y un ya vigoroso sector de servicios han inyectado optimismo en el horizonte económico.

Pero el talón de Aquiles de la India (aparte de los dramáticos niveles de pobreza y desigualdades sociales), presenta dos frentes: la situación fiscal y el nivel de su infraestructura. Si India quiere mantener sus ritmos de crecimientos necesitará fortísimas inversiones para mejorarlas. Y debido a que el déficit público supera el 7% del PIB y a que la deuda pública acumulada ronda el 80% del PIB, resulta difícil pensar que el país podrá acometer en solitario las inversiones necesarias.

Lo cierto es hoy que en el mapa económico global, las economías India y China han surgido como las dos historias de éxito que ostentan un PIB en crecimiento pese a las incertidumbres globales. Pero si las comparamos  encontraremos diferencias entre sus exitosas historias. En la economía china ha predominado el sector de manufacturas, estableciéndose como un eje o base manufacturera. En la India la manufactura ha tenido limitaciones. Y lo que sí ha predominado es el auge del sector de servicios. Según ello, la economía india se caracteriza por estar impulsada por el consumo, a diferencia de la economía china, que se considera impulsada por la inversión. En el horizonte de las exportaciones, la razón india de exportaciones con el PIB anda cerca del 18%, mientras que la de las exportaciones chinas respecto del PIB es de 44%.

Perspectivas. Como ya es un hecho indiscutible que la economía india goza de cabal salud y experimenta una situación alentadora con un PIB creciente, el Banco de la Reserva de India (BRI) elevó sus proyecciones del PIB a 6.4% en 2010 y 8.1% para 2014. Las cifras macroeconómicas indican que el déficit de cuenta corriente podría aumentar en 2010.

No obstante, se espera que la economía pueda arrojar una tasa de inversión mayor y llegar a nuevos niveles máximos. Esta posibilidad elevaría las tasas de crecimiento entre el 6% y el 8%, incluidas en el Décimo Plan Quinquenal. La tasa de ahorros de la India se estableció en 29% del PIB y la expectativa optimista es que esta cifra se mantenga por encima del 35% en los próximos años.

Se espera también que el mercado de capitales siga siendo sano y flexible y pueda seguir reflejando sólidamente el superior y necesario crecimiento económico que requiere el país.

Otro indicador clave para un buen desenvolvimiento sería que las ganancias corporativas sigan elevándose en más de 20% anual y que ese crecimiento pueda beneficiar a la mayor cantidad de sectores de la economía (sobre todo el de tecnología de la información, automotor y autopartes, los productos farmacéuticos, los metales básicos, los minerales, la banca y los textiles).

Por ello, los principales impulsores del crecimiento en la India serán los mercados rurales en crecimiento y las exportaciones de mercancías. India tiene un futuro muy brillante en los años por venir.

Para 2050, India será la segunda economía más grande junto con EEUU, cuando China tome el primer puesto. Para  sostener el crecimiento potencial de su economía entre 8 y 10% anual y mantener el nivel de inversión entre 34 y 36% del PIB, India deberá mantener flujos de inversión de US$10,000 millones.

La cifra

6.35 por ciento.  Fue la tasa de crecimiento promedio de la economía de la India en el período 1989-2009. La India ocupa el 10 lugar en el ranking de los mayores exportadores representando el 1.10% de la economía mundial.

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Obstáculos

Para sostener el crecimiento de la economía india en los años por venir, el país  tendrá que movilizar, de muchos modos y con medios, recursos susceptibles de inversión nacional y extranjera, con incentivos a los empresarios del sector privado para ejecutar nuevos proyectos y alentar el ahorro de la gente, además de los flujos de inversión extranjera directa (IED). Para potenciar las inversiones, en especial en el área de infraestructuras, la India necesitará mayores ahorros internos, sobre todo en el sector público, junto con una intermediación financiera eficiente. Además, el país deberá atraer y absorber ahorro externo, con fuerte preferencia de inversión extranjera directa en todos los sectores.

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