El gran peso de la informalidad

El gran peso de la informalidad

Los diseñadores de políticas públicas del país tienen que poner a trabajar más las neuronas para hacerle frente a la informalidad. El hecho de que sean informales 80 de cada 100 establecimientos económicos del país, es un precursor de exclusión social, así como de elusión y evasión fiscal. Los datos aportados por el Registro Nacional de Establecimientos, dado a conocer por la Oficina Nacional de Estadística, permiten ver que, a pesar de los empeños oficiales, es vigorosa la tendencia hacia la informalidad.
Una causa señalada frecuentemente es que la estructura fiscal del país alienta la tendencia hacia la informalidad. Y cuando se habla de la necesidad de un pacto fiscal, nada indica que estará enfocado a facilitar las vías de formalización, o a incentivar un cambio en ese sentido. Nuestro esquema tributario tiende más a presionar al que paga sus impuestos, que a perseguir al que los evade. Por otra parte, las exenciones fiscales injustificables envían una mala señal acerca del destino que se da a los impuestos.
Las políticas de apoyo a las mipymes y el proceso de bancarización son solo una parte de lo que se necesita para estimular la formalización. Falta que la parte informal de la economía empiece a ver el beneficio de la formalización, pero las políticas oficiales no logran articular esta parte.

El expediente Súper Tucano

El Ministerio Público ha vuelto a poner en el tapete el expediente de los Súper Tucano, con persecución de personajes del ámbito militar, así como legisladores. La inercia en torno a ese caso la han roto varios factores, entre ellos la investigación iniciada en Brasil a la firma Embraer, que fabrica y vende esos aviones, y publicaciones con pelos y señales hechas por diarios de Estados Unidos, país al que disgustó la preferencia dominicana por los aviones brasileños.

Los pasos que ha iniciado el aparato judicial tienen que llegar hasta las últimas consecuencias, con la verdad y la ley en las manos, para determinar responsabilidades. Al país le conviene demostrar que es capaz de perseguir las malas artes sin reparar en las categorías de quienes sean señalados, y de salvar la imagen de quienes resulten inocentes.

 

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